Madrid, (EFE).- Buena, bonita y barata, es decir de calidad y con precios ajustados, ha sido la colección de Juanjo Oliva, diseñador que estuvo en la pasarela de Madrid Fashionweek una serie de piezas en clave deportiva, idea para una mujer que demanda, calidad, diseño y precio.
"Antes jamás hablaba de precios, pero ahora fundamental", ha indicado a Efe Estilo el diseñador sobre una colección de la que se siente muy "orgulloso" y "enamorado", de hecho se llama "Fall winter in love".
Seguro y feliz, Oliva seguirá haciendo costura en su taller, pero ha decidido ceder su hueco en la cuarta jornada de la Mercedes-Benz FashioWeek Madrid a la firma "Elogy" de El Corte Inglés, con la que colabora desde hace dos años.
Oliva ha partido de unos "códigos muy deportivos", que ha llevado a la noche, para elaborar cómodas sudaderas, abrigos armados, trencas con bolsillos XL de parche, y desenfadados pantalones "jogging", todo ello teñido con el colorido del expresionismo de Esteban Vicente.
Junto a este surtido para las ocasiones más "casual", el diseñador ha revisado sus afamados vestidos de noche, a los que ha aportado un "punto macarra" con cremalleras doradas que invitan a mostrar escote, pierna y espalda en función del estado de ánimo y la ocasión.
La colección ha sido buena porque ha contado con tejidos de calidad, bonita porque cada prenda puede presumir de buen patrón y barata porque los precios oscilan desde 39,90 euros de una sudadera hasta los 250 euros de un vestido de noche.
"Este proyecto es un pulmón que me permite encarar proyectos nuevos con mi salida internacional", ha dicho el creador, quien ha optado por esta nueva estrategia porque no quiere dejar de hacer moda.
"En este sector te adaptas o te adaptas, y no he perdido mi esencia", ha contado un Juanjo Oliva feliz.
Después, María Escoté ha decidido convertir su mujer en una atrevida motera que bien podía recorrer la Ruta 69 en una Harley-Davidson y descansar en moteles.
Los estampados "kitsch" de llamaradas y estrellas de "sheriff" le han servido para renovar propuestas moteras, que se vieron la temporada pasada, como la cazadora "biker", y los minivestidos de lycra, que tanto gustan a la cantante Miley Cyrus y Katy Perry.
Carlos Díez puso en escena una colección que arrancó con tintes oscuros y terminó llena de luz.
"Estas piezas son como una tormenta apocalíptica", ha contado el creador, quien considera que su último trabajo es el más "andrógino" de todos.
El diseñador cree que en el mercado hay saturación de estampados y ha preferido ofrecer piezas lisas que permitan la superposición de prendas. "Me apetecía limpiarme de los estampados", ha señalado.
Para el día, vestidos fáciles y cómodos para el hombre y la mujer.
También monos y pantalones conjuntados con sudaderas que recuerdan a los típicos uniformes de trabajo, eso sí aderezados con imágenes de "smiley" de patchwork.
Díez, únicamente, concibe los patrones de nocturnos para ir a bailar, a romper la noche. "Me encanta la cultura del club", ha señalado el diseñador, que ha mostrado una serie de monos, capas XXL y camisas y pantalones naranjas y verdes confeccionados en nylon con lurex.
La creaciones de piel han echado el cierre al calendario de la moda veterana y dejan vía libre al talento más joven que llega bajo el paraguas de EGO.