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Renace el Estado policial ruso.
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Renace el Estado policial ruso.

Renace el gobierno policial en Rusia

Por Alfonso M. Becker
“Conocimiento es dolor y los que sabemos más debemos llorar más profundamente sobre la verdad fatal:el Árbol de la Ciencia no es el de la Vida.” Lord Byron
Matar a alguien envenenándolo, como si de una cucaracha se tratase, encierra un doble mensaje en las alcantarillas del poder: por una parte el ajuste de cuentas necesario tras ruptura de “contrato” y por otra, el inmenso desprecio por un traidor que se vende al enemigo… Ambos recados son un intento -a su vez- de aportación moral del Estado profundo, el Gobierno que extermina para explicar una ejecución extrajudicial a la que, sin lugar a dudas, se pueden añadir adornos patrióticos variopintos, o incluso embellecer con cierta religiosidad, espíritu doctrinario, pedagogía estética y un inextricable fulgor intelectual…

El horroroso ataque al ex-coronel Sergei Skripal, ex-agente doble del Servicio Federal de Seguridad ruso, alcanzó incluso a su hija, y si hubiera estado su nieto o cualquiera otra persona también habría sucumbido, como ocurrió con el policía británico enviado a la escena del crimen… Todos están hospitalizados en estado crítico… Sergei Skripal trabajaba para Vauxhall Cross pero no solo para el MI6 británico sino que ahora se descubre que varias agencias estadounidenses le compraban información… Desde su salida de la Lubianka, Sergei Skripal, vivía una vida aparentemente tranquila en London.

Este envenenamiento nos conduce inevitablemente a la interminable lista de opositores a Vladímir Putin “exterminados”:

El disidente ruso Alexander Litvinenko murió luego de ser envenenado en 2006 en Reino Unido, lo invitaron a beber un té contaminado con polonio; el magnate ruso y critico de Putin, Alexander Perepilichnyy, murió cerca de su casa en Surrey en 2012 por causa de un extraño pinchazo; Anna Politkóvskaya, destacada periodista de investigación y crítica con la política de Putin, fue asesinada a tiros en Moscú; Andréi Kozlov. Era el subgobernador del Banco Central de Rusia; Yuri Shchekochijin, diputado y periodista del periódico opositor Nóvaya; Mr Markov; Paul Klébnikov, que era editor de la edición rusa de la revista Forbes; Serguéi Yushenkov del partido Rusia Liberal; Borís Nemtsov, asesinado en febrero del 2015…

Dicen muchos sabios de la filosofía política que, en realidad, entre la democracia liberal y las dictaduras maquilladas de revoluciones de opereta o de paternal autocracia no existe parentesco alguno, ni amistad, ni siquiera enemistad: viven en planetas diferentes. Todo negocio o trato geopolítico con semejantes “extraterrestres” está condenado, pues, al fracaso. Intentar dar brillo y esplendor a lo que solo produce esclavitud, cárcel y muerte, y hacerlo -además- en nombre de una supuesta seguridad o interés nacional, es alimentar a tu peor enemigo hasta que llega el momento en que te mata…

La lista “blanca” de Putin todo el mundo la conoce y la lista “negra” del servicio secreto de Putin solo la conocen los rusos que piden democracia y rechazan la corrupción, es una compilación de más de 2.000 candidatos a la tumba… Ha sido publicada… Boris Berezovsky, del círculo íntimo de Vladímir Putin, maganate que se llevó toda su fortuna a Londres harto de detenciones, cárceles y acusaciones, fue encontrado “suicidado” colgado del cuello… Valentín Tsvetkov Gobernador de Magadán, en el Extremo Oriente ruso fue asesinado; Vladímir Golovliov, que era miembro del partido hoy desparecido, Rusia Liberal, asesinado también; Natalia Estemírova, defensora de los derechos humanos, secuestrada y asesinada en Grozni en 2009, y con una alta sospecha de que Kadirov, el actual presidente chechén, estuviese implicado…

Borís Nemtsov, ex viceprimer ministro en la época de Borís Yeltsin y otros 50 asesinatos de políticos de bajo nivel que simplemente desaparecieron.. El rumor en Moscú sobre la “eficacia” de Ramzán Kadýrov, presidente de la república de Chechenia, matando disidentes rusos o críticos del gobierno de Putin, es público y notorio. Los llamados grupos de extermino chechén son ya legendarios... Incluso están en Siria espiando a los americanos...

Para que el actual presidente ruso pueda declararse “zar de todas las Rusias” ante su familia y sus cercanos amigos, es necesario dar un golpe de efecto electoral que purifique el ambiente geopolítico de toda duda; un resultado porcentual contundente que demuestre a toda la humanidad el inmenso amor que el pueblo ruso profesa a Vladímir Putin… No debería tratarse esto con demasiada frivolidad cuando sabemos que la política doméstica se conduce, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, por los vericuetos de la mentira geopolítica y que la gobernanza global ha conquistado las más altas cotas de teatralidad en un nuevo mundo que se rige por las leyes del espectáculo.

No voy a ser irónico comparando a Rusia con Teherán o con sus fantoches libaneses del Hezbollah o con su protegido de Damasco… Permítanme la inmodestia pero tengo demasiados conocimientos de geopolítica para hacer un mal chiste sobre un gran país y un gran pueblo como el ruso que ha estado en manos -durante mucho tiempo- de temibles dictadores y sanguinarios asesinos. Deben saber los lectores que la Rusia de Vladímir Putin es una formidable potencia militar que descansa, curiosamente y más que nada, en su arsenal de misiles atómicos, pero también deben saber que los rusos no durarían ni una semana ante un ataque total de China. Observe en este punto que no la comparo con el US Army...

Rusia es algo más que un humilde “competidor económico” como lo intenta ser cualquier otro país de este mundo, pero frente a la superpotencia estadounidense se comporta como un Kremlin altanero y soberbio porque sabe pillar por la espalda a la Casa Blanca y darle la vuelta al lenguaje; eso en ruso significa que me has lanzado un arma arrojadiza la he cogido al vuelo y te la he devuelto clavándola en tu espalda… Valga como ejemplo “tu tienes un escudo antimisiles que me impide tirarte cohetes, pues yo te tiro bombas atómicas en cualquier momento y de cualquier manera no solo porque inutilizas mis armas sino también porque me has dejado en ridículo militar”… En el arte de la guerra significa “con el culo al aire”.

Es decir, romper un estatus disuasorio, siempre sugiere una carrera armamentística y allá cada cual con sus problemas económicos; que son muchos… Pero tampoco se debe hacer -según el Kremlin- un “velatorio” político de lo que debe ser una fiesta victoriosa del discurso putinista electoral necesariamente recto y correcto sobre la divina ortodoxia rusa y el relato figurado -mediante una docena de metáforas- sobre la maldad de Occidente, su perversión sexual, la cantidad tan grande de mariquitas que hay en Estados Unidos, y lo poco que conviene todo eso a una democracia rusa de machotes, tan bella y celestial aunque los americanos imperialistas la llamen autocracia...

Que al señor presidente ruso le importa un carajo el registro histórico de la URSS y no tiene porqué referirse a un pasado que fue demasiado sangriento en la Rusia de los Soviet, es algo evidente… Está en su derecho porque es el amo de Rusia. No para el señor Putin de repetir que el desplome del imperio soviético fue la más grande tragedia de la humanidad… Pero Vladímir Putin debería medir el discurso incluso en nombre de otra guerra fría. No se debería bromear con algo tan serio, pues más de 25 millones de rusos fueron asesinados por su nomenklatura; veinte millones perfectamente contabilizados por intelectuales soviéticos e instituciones rusas de prestigio y 5 millones de rusos borrados de las faz de la tierra, de la memoria histórica, de los libros de contabilidad y de las fosas comunes… How they did it?

Con una maquinaria de exterminio brutal. Con purgas selectivas, encarcelamientos, asesinatos políticos masivos y generalizados, torturas, deportaciones, trabajo esclavo y hambre… El aparato de dominio de una gerontocracia comunista para la que trabajaba el señor Putin, aunque luego -todo hay que decirlo- se cambió la chaqueta del KGB por una menos sombría para la nueva sociedad espectacular. ¿De veras vive Rusia un periodo menos obscuro?

Sin embargo, si meditan sobre esta docena de párrafos iniciales, hay diferencias substanciales entre los Estados mencionados habitualmente en los servicios de noticias y también similitudes aterradoras; verán primero que el llamativo discurso del presidente ruso sobre las armas infalibles que posee para desintegrar a Estados Unidos es “calcado” al del majadero genocida Kim Jong un… también se parece una enormidad a los viejos relatos de las victorias pírricas en loor de multitud de un sargento patatero en la desgraciada Venezuela de hace 15 años; en esa suerte de monarquía hereditaria bolivariana que colocó en el trono a un tarado intelectual que conducía tranvías por Caracas...

No se aparten de la idea central… porque el periodo fecundo de la llamada “nueva guerra fría” ha hecho su presentación en sociedad como “Cold War 2.0” y con la única pretensión de rizar el rizo en un espectáculo global de reajuste. En pocas palabras: Estados Unidos y sus aliados se han dormido en los laureles y lo que muchos creen que es el “momento bipolar” de Rusia, no es otra cosa que los preparativos para otra suerte de pelea global en la que China reclama su liderazgo de una forma bastante violenta y ante los ojos atónitos de la vieja Europa y del imperio angloamericano. Los aliados asiáticos de U.S.A. fueron los primeros en advertirlo, para vergüenza de Washington.

¿Pero cuál es el papel de Rusia ante el desafío de China? ¿Por qué se dice en los cenáculos de Capitol Hill que Rusia reclama bipolaridad cuando el “challenge” es claramente de Beijing? ¿No sería más correcto, entonces, hablar de multipolaridad y desenmascarar, arrancarle los galones, y desposeer a Rusia como segundo foco de poder global ya que ni siquiera se encuentra entre las 5 primeras potencias mundiales? Como dijo el irónico Secretary of State for Foreign and Commonwealth Affairs, Boris Johnson, en una entrevista informal, con jarra de cerveza en mano, en una taberna de Moscú: “Lo verdaderamente grosero es que hoy cualquiera tiene bombas atómicas y ello no es elegante; ni siquiera es un signo de distinción”...

Señoras y caballeros, a pesar de la retórica empleada para designar a Rusia como país gamberro, el autócrata señor Putin lo único que exige, con un tono imperdonable, es una cosa muy sencilla y simple: si Estados Unidos quiere a Rusia como socio en una futura guerra con China, esa “sociedad” de bienes gananciales no puede ser de otra forma que con un trato de igual a igual; “aunque usted sea la superpotencia hegemónica mundial y nosotros seamos la pobrecita Rusia” … El todopoderoso Putin advierte a Washington que Rusia sabe jugar a este juego y que mientras Occidente se decide por sus “alianzas”, Moscú irá a lo suyo aunque ello suponga entorpecer los planes del Pentágono en un sitio o en otro… Mas claro, el agua...

Lo que intento explicar es que los tiempos que se acercan son realmente horribles, amenazantes, de eventos extremadamente violentos en los cuatro puntos cardinales; y Estados Unidos ha confiado demasiado en una Unión Europea que todavía no ha “cuajado” y que sigue teorizando sobre una Defensa que siempre recae en un Washington agotado y sin un centavo en el bolsillo para tantos conflictos… Cortejar a Vladímir Putin, por muy “corleone” que sea, será el único camino sostenible para lo que se avecina…

Los “sabios” de Vauxhall Cross advierten que el falso “brexit” no será suficiente para un hipotético campo de batalla en el continente euroasiático… Así que, de momento, Rusia tiene que cumplir con lo pactado en Siria con Occidente ¿Y para después qué?

Es cierto que el putinismo político es tan grosero como el bolivariano pero el presidente ruso debería atenerse en momentos tan delicados a desplegar diplomacia. Vladímir Putin lo está estropeando todo al final. Ni siquiera posee infraestructura militar para hacer frente a sus compromisos con Estados Unidos en Siria. Dicen los japoneses que no esperaban que el presidente ruso llegara a ese extremo de tanto bochorno...

Sepa el señor Putin que si Washington contempla un acercamiento a North Korea y un entendimiento regional con Beijing, todas sus fantasías geopolíticas se derrumbarán como un castillo de naipes.

El juego de alianzas en el continente euroasiático puede hacer que se trague su bravuconería, sus amenazas nucleares y sus majaderías atómicas infalibles...

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