Los cuerpos
serán entregados considerando el tiempo que
demandarían los exámenes de ADN, explicó Carlos Valdés, director nacional de
Medicina Legal.
Luego se verá si se hace un sepelio colectivo,
explicó por teléfono a The Associated Press Luz Estella Durán, alcaldesa del
municipio de Fundación, en el departamento de Magdalena y a unos 660 kilómetros
al norte de Bogotá.
Los cadáveres se encuentran en depósitos
refrigerados del organismo de Medicina Legal en Barranquilla, a 700 kilómetros
al norte de Bogotá.La tragedia ocurrió el domingo hacia el mediodía cuando el
autobús en el que viajaban los niños se incendió al parecer por imprudencia del
conductor, quien fue identificado como Jaime Gutiérrez, de 56 años.
Durán dijo que en la mañana del martes Gutiérrez
y otro hombre llamado Manuel Salvador Ibarra, quien había contratado el
transporte, serán presentados por la Fiscalía General ante un juez de
garantías. Gutiérrez podría ser afectado con una medida de detención preventiva
por su presunta responsabilidad en el delito de homicidio culposo agravado. El
crimen que se le imputa no es excarcelable.
La diligencia judicial fue trasladada al puerto
caribeño de Santa Marta, 750 kilómetros al norte de la capital colombiana, para
evitar eventuales problemas de orden público en Fundación con los dos hombres
implicados en el caso.
"El pueblo está totalmente triste,
totalmente enlutado", enfatizó la burgomaestre, quien precisó que se
estima que algunos cadáveres serán entregados el miércoles y otros en 10 días.
El director de Medicina Legal dijo que los
cuerpos de los niños están siendo sometidos a pruebas de ADN para ser
identificados y entregados a sus familias.
"La complejidad del estudio es porque son
muestras... tomadas de cadáveres calcinados; esta complejidad puede hacer que
el estudio de ADN demore entre cinco y diez días. Muy seguramente podemos tener
la plena identidad de los niños en ese lapso de tiempo", explicó el
facultativo por teléfono a AP.
Agregó que las necropsias determinaron que la
muerte "fue por calcinamiento, con signos de asfixia por sofocación".
En tanto, Catalina Mercado, una maestra de 53
años indicó que en el colegio "Antonio Nariño" de Fundación ella les
daba clases a 27 de los 32 niños que murieron en la conflagración. "La
última vez que los vi fue el pasado miércoles... Fue la última vez que me
despedí de ellos. Yo llegaba al aula de clases y ellos no querían separarse de
mí".
La pedagoga recordó que "los niños me decían
mamá, tía, doña, porque cuando los recibí y hasta su muerte les inculqué que
ellos tenían dos hogares: uno en la casa y el otro hogar en la escuela".
Según dijo, "mi corazón está destrozado, yo
no duermo... Tengo el pecho pequeñito de tanta tristeza, de haber perdidos a
mis 'hijos'''.
Natalia Solís, familiar de uno de los niños
muertos, comentó que la noche del lunes hubo una vigilia en Fundación.
"Prendimos cientos de velitas blancas y en el suelo colocamos flores, unas
naturales y otras artificiales de margaritas. Fue muy duro", relató. Solís
es familiar de Jesús Manuel Bolaños, que tenía siete años.
El accidente también dejó a otras 20 personas
lesionadas. De ellas, al menos nueve están graves.
Según la Fiscalía General, "el conductor del
bus, antes del accidente, habría realizado la conversión de gas a gasolina del
vehículo, mientras los niños se encontraban en el vehículo. No obstante, las
causas de la explosión son objeto de investigación".
El
incendio ocurrió cuando los niños regresaban a casa después de participar en
actividades bíblicas impartidas en uno de los cinco centros de la Iglesia
evangélica pentecostal en la zona, detalló la alcaldesa Durán.
Fuente: Miami Diario