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¿Pero qué hacen estos malditos rusos?

Por Alfonso M. Becker
viernes 23 de junio de 2017, 13:25h
“El terrorista suicida mahometano es la esencia de la jihad, el fundamento cobarde del terror; ni Clausewitz, ni Sun Tsu, tienen aplicaciones para esta escoria humana en el arte de la guerra, pues el asesino islámico amplía el concepto de guerra total matando a miles de civiles inocentes” Robert D. Kaplan
Rusia conoce perfectamente a los asesinos del Islam… Es estos momentos, el Kremlin ha comenzado a construir una nueva base militar en el sureste de Siria, concretamente en Khirbet Ras Al-Wa'r, cerca de la base angloamericana del puesto fronterizo de al-Tanf… Los acuerdos secretos entre Rusia y Estados Unidos han salido de múltiples reuniones en el Comando Central U.S.A. en un lugar en las afueras de la capital de Jordania. La idea es impedir que las tropas de Bashar al-Assad, los terroristas libaneses del Hezbollah y los sanguinarios guardianes de la revolución iraní se aproximen a las fronteras de Israel o de Jordania.

En Moscú saben que el Estado judío no permitirá que la república islámica de Teherán se posicione en sus fronteras y advierte, Netanyahu, de una guerra sin cuartel que arrasará todo el Oriente Medio… A Vladímir Putin le ha quedado bastante claro que Israel comenzará un bombardeo despiadado contra Damasco, Beirut y cualquier concentración de tropas… con todo el arsenal que tiene… El Gobierno de Jerusalem ya no aguanta más y amenaza con acabar de una vez con el presidente sirio. Los americanos estacionados en el sur de Siria le han dado la bienvenida a los rusos…

A partir de ahora, los persas ya no se acercarán a las fronteras aliadas. El trabajo del Kremlin es -sin duda- exquisito… El enviado de Donald Trump al campo de batalla, Michael Ratney, se entiende a la perfección con Aleksandr Lavrentiev que es “los ojos” de Putin en la capital jordana, Ammán...

En los libros de Historia se hablará durante siglos de un presidente ruso que era un gran malabarista en la política internacional, un embaucador que traía locos a los asesinos mahometanos, un timador profesional que logró engañar a fanáticos clérigos del Islam en su poltrona de Teherán; un ladrón de guante blanco que logró quedarse con cientos de miles de millones de dólares de los persas, a los que vendía humo… un mentiroso de “academia” que logró engañar a los pobres, incultos y desesperados, de Latinoamérica que todavía sueñan con el comunismo; un genio de la geopolítica que hizo creer a todos los enemigos de Washington en todo el planeta que la Rusia de Vladímir Putin era invencible y quizás la única solución para que todos los bastardos de este mundo alcanzaran el éxito, la victoria, o la gloria…

Recordarán los lectores del futuro a este viejo agente del KGB que maquillaba y disfrazaba todas las mentiras de su guerra en Siria con espectaculares artificios de apariencia heroica, logrando que un tipejo de educación británica como Bashar al-Assad se volviera loco y creyera -de verdad- como un zombi, que podía vencer a los Estados Unidos y a sus aliados estableciendo en Damasco una estrecha alianza con asesinos del Islam chiíta y con la peor ralea de la “perrera musulmana”… Así llaman a los criminales del Islam en el Sluzhba Vnéshney Razvedki cuando se refieren a los persas… Es el lenguaje de los espías de Yásenevo en Moscú.

Un relato más suave cuando en el Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) se refieren -sin embargo- al terrorismo chechén, perfectamente controlado gracias a su valioso aliado Ramzán Ajmátovich Kadýrov… Un presidente ruso amado por su pueblo pero odiado a muerte por los musulmanes de las montañas de Chechenia… Putin sabe que si cae su brazo derecho, Kadýrov, estará obligado a cometer la más grande matanza de musulmanes de la historia. Y lo hará… Por eso colabora con los Estados Unidos en Siria.

Putin es el líder indiscutible de los rusos, aunque su Gobierno no sea el más gratificante ejemplo de democracia, al fin y al cabo, Vladímir Putin, podía declarar a los cuatro vientos que para conseguir el privilegio de la libertad y de la democracia es necesario primero recorrer el tortuoso sendero de la guerra, sin cuartel, contra las mafias corruptas que surgieron con el desplome del imperio soviético. Así que para hablar del presidente ruso, con cierta sabiduría y respeto, habría que entender que a Putin le importa un carajo que lo llamen autócrata porque puede explicar con soltura que al pueblo ruso le queda un largo trecho por recorrer… Al menos hasta que acabe la guerra contra los fanáticos mahometanos persas...

Una de sus principales genialidades políticas consistió -precisamente- en no ser considerado parte de esa “camorra” post soviética para envidia de un establishment estadounidense que hacía aguas por todos sitios con el peor de los espectáculos al denigrar e intentar tumbar al presidente elegido por el pueblo americano, Donald Trump. Los peligrosos oligarcas de la mafia rusa eran mucho más peligrosos que Vladímir Putin, solo que el viejo agente del KGB era además un “patriota” de libro… De esos que ya no se estilan, pasados de moda como el gran Donald Trump… Y la peor basura elitista del establishment, en USA y en la Unión Europea, llama a estos dos geniales gobernantes, “populistas”…

Estados Unidos y sus aliados, cada día que pasa, corren un serio peligro de ser atacados a muerte en todos los frentes… Los lectores comprobarán muy pronto que los atentados de los terroristas mahometanos seguirán matando civiles en el Homeland estadounidense y en toda Europa. Cada vez serán de mayor envergadura y más sangrientos… Bashar al-Assad seguirá matando civiles con sus bombardeos químicos de barril, y los persas se irán creciendo, cada vez más, en todo el Middle East.

Los rusos saben que el fanatismo y la dimensión “mística” que los asesinos persas ponen en un enfrentamiento directo con las tropas estadounidenses desplegadas en Siria, solo es comparable al odio que le tienen a todos los infieles de Occidente; pero la propaganda de guerra mahometana da prioridad al odio al judío y a su “ente satánico sionista”… Las portadas de todos sus panfletos, festejos y manifestaciones siempre manipulan a los palestinos… Teherán es el verdadero culpable de que Occidente no le conceda nunca a un terrorista mahometano ni una sola pulgada de Jerusalem… Ni existirá jamás un Estado palestino terrorista… Así pasen otros cien años...

Mil veces he explicado a mis lectores que el Kremlin ha puesto sus botas en Siria para proteger las fronteras de Israel, de Jordania y de Saudi Arabia… Moscú abrió paso a las tropas angloamericanas y presta apoyo a los kurdos. El trabajo ahora de Vladímir Putin consiste en hacer, de todo el sur de Siria, una zona de exclusión y “encerrar” al Hezbollah en Libano… Es el paso previo para destruir Irán… Pero en esta sociedad del espectáculo, la guerra es otro teatro más...

Un teatro en el que un genial actor como el presidente ruso es más embustero que Rasputín… Naturalmente, ayudado por un admirable ministro de Exteriores: Serguei Lavrov, es de esos magos capaces de sacar un porro de marijuana de la chistera y fumárselo con Donald Trump...

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