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Protesta simbólica en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, con balones y cruces. |
Peculiar protesta con balones y cruces en la playa de Copacabana
Por EFE
sábado 22 de junio de 2013, 20:16h
Los
500 balones de fútbol pintados con cruces rojas representan las 500.000
personas asesinadas en los últimos diez años en Brasil, según la organización
Río de Paz, que se ha caracterizado por este tipo de llamativas protestas.
Una
organización no gubernamental que lucha contra la violencia en Río de Janeiro
se unió hoy a las protestas que sacuden desde la semana pasada a todo Brasil
con la exhibición de 500 balones pintados con cruces en Copacabana, una de las
playas más famosas del país.
Los balones fueron exhibidos en la playa de
Copacabana hasta el mediodía, cuando fueron pateados simultáneamente al aire
para que fuesen recogidos por niños pobres de una favela de Río de Janeiro, a
quienes fueron donados. Según el presidente de Río de Paz, Antonio Carlos
Costa, la protesta también se suma a las convocadas por internet y que tan sólo
el jueves congregaron a cerca de 1,2 millones de brasileños en un centenar de
ciudades, ya que también reivindica mejorías en la salud y la educación.
"Brasil
tiene que ofrecer salud y educación de excelencia", afirmó Costa al exigir
que el Gobierno construya hospitales y escuelas de calidad tan rigurosa como la
que la FIFA exige para los estadios construidos para el Mundial que el país
organizará el próximo año. Una de las críticas de los manifestantes está
dirigida a los altos gastos del Gobierno en la organización del Mundial de 2014
y de la Copa Confederaciones, que se disputa actualmente en seis ciudades del
país.
"Las manifestaciones sólo terminarán cuando los gobernantes
presenten soluciones. La sociedad no acepta la construcción de estadios
magníficos mientras que las escuelas y los hospitales permanecen en condiciones
precarias", según Costa. Las protestas comenzaron la semana pasada en Sao
Paulo, exclusivamente contra la subida de las tarifas de transporte público,
pero ganaron otras reivindicaciones, como mayores inversiones en la salud y la
educación públicas, y críticas contra la corrupción y los gastos del Mundial.
Pese
a que varias alcaldías, incluyendo las de Sao Paulo y Río de Janeiro, ya
anunciaron la reducción de los precios de los pasajes de autobús, metro y tren,
los manifestantes mantuvieron sus protestas y las del jueves fueron las más
numerosas hasta ahora.