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La Enfermedad de Parkinson (El Capítulo Dominicano)

Por Jose A. Silié Ruiz
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joseasilieruizhotmailcom/14/14/22
miércoles 22 de febrero de 2017, 23:28h
Más bien el Síndrome de Parkinson, sabemos que es una enfermedad neurodegenerativa cerebral, superada en número solo por el Alzheimer. Que se inicia generalmente después de los 50 o 60 años, hay alrededor de un 25% que se diagnostica antes de los 50 años. Su prevalencia oscila entre los 100 a 200 casos por cada 100,000 habitantes, por lo que asumimos que existen unos 30 mil pacientes afectados de esta enfermedad en el país. Sus manifestaciones clínicas son principalmente motoras como: lentitud, falta de expresión, rigidez muscular y movimientos involuntarios. La pasada semana la Sociedad de Neurología y Neurocirugía realizó un simposio sobre las Alteraciones del Movimiento y el Parkinson.

En la oportunidad quedó conformado el Capitulo Dominicano de la Sociedad Internacional de Parkinson y Trastornos del Movimiento, integrado por los Doctores: Julián Sued, Marcia Castillo, Awilda Candelario, José Silié Ramírez, José Orlando Bidó, Gisela Llorente y un servidor. Fuimos juramentados por el Dr. Jorge Juncos, Profesor de Neurología la Universidad de Emory en Atlanta, quien preside el capitulo Panamericano de esta sociedad de neurocientistas interesados en las enfermedades del movimiento. En el momento recordé que con el Dr. Sued, hace 15 años en Barcelona, España, fuimos elegidos representantes de dicha institución internacional para el país, siendo juramentados entonces por el Neurólogo español Dr. Eduardo Tolosa, a la sazón Presidente de la entidad mundial del Párkinson.

El Parkinson, en su modernidad fue enfocado en el simposio, en una muy ilustrativa charla por la Dra. Marcia Castillo, quien preside la Asociación Dominicana de Parkinson. Sabemos que la enfermedad es una transformación degenerativa en las neuronas cerebrales alterando el uso de la Dopamina en los llamados Ganglios Basales, que son unas “avellanas” de sustancia gris en la profundidad de nuestros cerebros. Hizo referencias a que tenemos que redefinir la enfermedad de Parkinson, en los aspectos concernientes a lo de ser degenerativa, a la Pars Densa donde ataca, la hiposmia (disminución de la olfacción) como signo cardinal premotor y en los errores en el diagnóstico como enfermedad incipiente.

Señaló la Dra. Castillo, que la enfermedad tiene una base genética y que por alguna infección viral en otros órganos no se inicia en el cerebro como se creía, sino en áreas como los intestinos y los bulbos olfatorios, donde pueden presentan alteraciones mucho más tempranas que en el propio cerebro. Por ejemplo problemas de constipación, problemas de la vejiga urinaria, olfacción disminuida, pueden estar presentes hasta 20 años antes de que se presenten los síntomas característicos del Parkinson, arriba mencionados. Se puede presentar también desordenes del sueño, obesidad, dolores inespecíficos no reumáticos y depresión, pudiendo ser parte de este complejo síndrome, que antes lo circunscribíamos solo al cerebro y hacíamos el diagnostico muy tardío solo cuando ya empezaban las manifestaciones de rigidez, tremor y aquinesia. Progresando en su evolución natural la enfermedad en un igual periodo de unos 20 años más tarde deriva: a hacerse bilaterales los temblores, dificultad para caminar, caídas, dependencia física, trastornos cognitivos, hasta encamarse invalidado, pudiendo terminar el paciente con demencia. En su conferencia el Dr. Juncos, enfatizó que era de vital importancia el diagnostico temprano y que se debían usar sin temor las dosis adecuadas de las medicinas para tratar la enfermedad desde el principio. La Doctora Awilda Candelario, hizo una completa revisión de la serie de síndromes degenerativos que pueden confundirse con el Parkinson. El Dr. Orlando Bidó, hizo un sumario de las experiencias de cirugía para el Parkinson en el país. La Dra. Gisela Llorente se refirió a los delirios y las anestesias. El Dr. Julián Sued, nos habló de lo actualizado del tratamiento y de los subterfugios en dosis y medicamentos que debemos usar los neurólogos en bien de los pacientes, reconociendo que es una enfermedad de muy complejo manejo.
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