La crisis en el PRSC: ¡división o asalto¡

Santo Domingo.- La respuesta no se hizo esperar. El presidente Antún y el secretario general, Ramón Rogelio Genao, seguidos por la mayoría de los dirigentes del PRSC declararon la invalidez de la reunión organizada por el grupo disidente y la vincularon con el interés del gobierno y del Partido de la Liberación Dominicana por controlar la organización y separarla del bloque de partidos de la oposición, que se ha desenvuelto con relativo éxito en los últimos meses.

Hay dos lecturas del hecho político. Para Bisonó se trata de una cuestión interna: un sector reformista estaría disgustado con Antún y el equipo que le acompaña en la conducción del partido del Gallo Colorao. Le reprochan los malos resultados electorales del partido en las elecciones de mayo pasado, la no rendición de cuentas y el que no se les haya estado convocando a las reuniones regulares de la organización.

La dirigencia del partido ha refutado estos argumentos señalándolos como simples pretextos. Desde su punto de vista, los resultados electorales del PRSC fueron los mejores posibles, se cumplió con la rendición de cuentas y los del sector disidente habrían sido convocados de manera regular. Para ellos, la acción del grupo dirigido por Bisono fue auspiciada por antiguos dirigentes reformistas que ocupan en la actualidad funciones públicas de relieve en el gobierno peledeista. En síntesis, todo sería parte de un plan para alejar al PRSC de la oposición y hacerlo volver al redil del gobierno.

¿Dónde está la verdad en todo esto? Lo cierto es que detrás de los argumentos de unos y otros está la cuestión crucial de la línea de oposición asumida por el partido balaguerista bajo la dirección de Quique Antún.

La lectura de los articulistas de prensa progubernamentales, que hacen muchas veces de voceros oficiosos del PLD y del gobierno, no deja espacio para la duda: se trata de una embestida contra dirigentes políticos que fueron aliados del gobierno del PLD a quienes no se les perdona haber pasado al campo opositor.

Todo indica que los disidentes reformistas de Bisonó no cumplieron con formalidades elementales establecidas en la ley para convocar y celebrar de manera válida su asamblea. Esto debería permitir dormir tranquilos a los de la dirección del PRSC. Sin embargo, esto no es así ya que el órgano judicial encargado de dilucidar este tipo de conflictos al interior de los partidos, es el Tribunal Superior Electoral, cuya objetividad ha sido puesta en entredicho por la oposición.