El comunismo es también sin esperanzas: el análisis del hombre reducido a términos de comportamiento económico, le quita gran parte de su gracia, porque despojar al hombre, que es un ser que desea, de su psique personal, es una locura que ha sido lanzada por la borda por sus propios actores socialistas.
En cambio la juventud en R.D. es mayoritariamente demócrata. Lo dicen los hechos, las encuestas: el 63% apoya la democracia. La democracia significa desarrollo, mejor calidad de la vida. Por tanto abundancia que muestre siempre la unidad humana, material y espiritual, del arte y de las ciencias, del hombre con el Cosmos.
La base de un gobierno de juventud se apoya en una educación de primera calidad. La juventud dominicana, que es la mayoría aplastante de la población, exigente consigo misma, está luchando por adquirir una técnica o un arte, al igual que múltiples destrezas. Por desgracia, todavía rara vez andan juntas la buena educación y la sensibilidad, aunque le brecha pueda disfrazarse de códigos de maneras, de formas de dirigirse al mundo. Somos tan politizados, porque somos hijos de una carencia vital: el desarrollo.
DESARROLLO DE LA JUVENTUD
Desarrollo de la juventud, según Octavio Paz, no significa progreso cuantitativo, únicamente. Ante todo es, o podría ser, solución al problema de la convivencia como una totalidad que incluye tanto el trabajo como el ocio, el estar juntos y el estar solos, la libertad individual y la soberanía popular, la comida y la música, la contemplación y el amor, las necesidades físicas, intelectuales, pasionales.
Somos libres porque lo hemos ganado a pulso, con grandes esfuerzos y sacrificios, con una montaña de muertos, tanto gobernantes como gobernados. Pero no somos un país desarrollado, luego no tenemos democracia, y ese es nuestro gran reto.
El Estado tendrá que separar sus tres poderes para que exista orden y disciplina social. Sin ello seguiremos siendo una sociedad de Quijotes y de perezosos, grandes anarquistas en busca de redentor, de otro caudillo.
Educar es la solución. Una educación exquisita que educa las destrezas de cada ciudadano: artísticas, musicales, laborales, idiomáticas y deportivas.