En un encuentro con la prensa sostenido en el hotel Be Live de Boca Chica, que pertenece al Grupo Globalia, su presidente, Juan José Hidalgo expresó sentirse "perseguido" y "decepcionado" por la justicia dominicana.
Hidalgo quien también es dueño de Air Europa dijo que en el país "hay mucha manipulación de 'abogaduchos' que no hacen más que extorsionar. No puedo demostrarlo, pero creo que hay una mafia de gente que vive del cuento y de extorsionar".
El próximo 4 de febrero, el Hidalgo deberá comparecer ante el Tribunal de Primera Instancia de La Altagracia por el "Caso Sandalio" que data desde julio de 2012 cuando un cubano-estadounidense llamado Sandalio Suárez presentó una querella por "un trozo de playa de 629 metros cuadrados" en Cabeza de Toro, frente al Hotel Be Live Punta Cana, propiedad de Hidalgo.
El presidente del Grupo Globalia aseguró aún no está clara la titularidad de este trozo de playa por el que Suárez asegura haber pagado unos 400 euros (unos US$550) en 1988 y que quería vender al presidente de Globalia por US$2 millones.
En ese sentido Hidalgo resaltó que la vista por esta querella se ha suspendido y aplazado "en ocho ocasiones" después de que él ha viajado a la República Dominicana para atender las respectivas citaciones.
"Espero que me dejen tranquilo la próxima semana", subrayó el empresario, quien quiso remarcar que tanto España como República Dominicana son dos países muy importantes para él.
"Yo llegué en 1985 aquí y he hecho todos los inventos posibles, entre ellos una aerolínea. No puedo decir que todo me haya ido mal. He traído muchos turistas aquí. Hay cosas que me están funcionando".
De acuerdo a la nota publicada por 7dias.com.do Hidalgo, explicó algunos de los casos pendientes en el país, y manifestó que ha trasladado su situación a numerosas autoridades del país, entre ellos el propio presidente del país, Danilo Medina, "pero me dice que la justicia es como es y que él no puede meterse".
El empresario tiene pendientes de resolución desde hace varios años cinco procesos judiciales en la República Dominicana, relacionados con la compra de terrenos y hoteles en el país.
Entre ellos el pleito por unos terrenos en Uvero Alto que adquirió al empresario dominicano George Nader para construir un complejo turístico y que, posteriormente, se declararon no aptos para uso hotelero.
Por último, dijo que a "casi todos los inversores extranjeros aquí nos están pasando cosas. Es un país con demasiados abogados. Hay demasiados intereses".
"Viene aquí un inversor y la cosa es 'vamos a ponernos de acuerdo y a ver que les podemos sacar'. Eso es lo que nos está pasando", opinó el empresario.
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