Puerto Príncipe, (EFE) .- Sectores ligados al carnaval, la fiesta popular más importante de los haitianos, dudaban de su celebración debido a la crisis electoral del país, que ha impedido celebrar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y ha obligado a las autoridades a negociar para evitar que en Haití haya un vacío de poder. Sin embargo, el Gobierno encabezado por Martelly decidió dar luz verde a su celebración.
El propio mandatario, quien antes de asumir el cargo era un popular cantante y ha asegurado que retomará su carreta artística una vez ceda el poder, lanzó el pasado fin de semana una canción a propósito del carnaval.
Sin embargo, el tema ha provocado innumerables críticas porque en el mismo Martelly ataca personalmente a la periodista Liliane Pierre Paul, una de las figuras más respetadas en la prensa haitiana con más de 30 años de carrera profesional y reconocida activista de los derechos humanos.
La canción "Dales la banana" comienza con la frase "me da igual cualquier situación, nada me importa" y a lo largo de la misma además critica a la oposición y usa metáforas sexistas para referirse a la periodista, llegando a referirse a las partes íntimas de la conocida reportera. Cada año el Gobierno invierte millones de dólares en el carnaval, cuyo presupuesto se ha visto disminuido este año porque el sector privado tendrá una baja participación debido a la crisis política que vive la nación y que ha impedido elegir al sucesor de Martelly.
El año pasado el carnaval terminó en una tragedia, que costó la vida a 17 personas, cuando una carroza derribó un cable de alta tensión que electrocutó a algunos participantes de la fiesta. Para esta edición, el comité organizador del carnaval anunció la participación de 10 grupos, casi la mitad que en 2015. Por su parte, el portavoz de la Policía, Frantz Lesbours, afirmó hoy que la institución garantizará la seguridad del carnaval. EFE
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