Lima, (EFE).- Clinton charló en el distrito de San Juan de Lurigancho, situado en el noreste de la capital peruana, con las trabajadoras de Chakipi Acceso, una compañía en la que alrededor de 750 mujeres rurales distribuyen alimentos y productos en sus comunidades locales.
El exmandatario mostró su admiración por el trabajo de las alrededor de 750 emprendedoras que integran la empresa y deseó que "el poder de estas mujeres sea un símbolo del futuro" del país. La Clinton Giustra Enterprise Partnership, una iniciativa de la Fundación Clinton, trabaja desde 2013 con Chakipi para "reclutar, entrenar y capacitar" a las mujeres, que viven en zonas rurales de Perú y que son "más propensas a ser económicamente menospreciadas", según un comunicado de la fundación.
Clinton presenció una demostración del trabajo de esas mujeres y ellas le explicaron cómo han adquirido habilidades comerciales para vender estos productos de manera local, en áreas que, por lo general, son de difícil acceso para las grandes superficies. Las mujeres indicaron a Clinton que experimentaron una mejora en su economía familiar porque ahora alcanzan a vender sus productos por un valor promedio de 450 dólares mensuales y obtienen una comisión del 17 % de estas ventas, que se realizan en zonas donde se sobrevive con menos de dos dólares al día.
Al recorrido asistió el empresario mexicano Carlos Slim, que con la fundación que lleva su nombre también apoya el proyecto Chakipi, y Frank Giustra, socio de Bill Clinton en la alianza empresarial que surgió como iniciativa de la Fundación Clinton. El expresidente estadounidense aprovechó su paso por Perú para reunirse con el mandatario Ollanta Humala en una audiencia privada y con el alcalde de Lima, Luis Castañeda, para suscribir acuerdos relativos al cambio climático. La visita de Bill Clinton a Perú es la última escala de una gira latinoamericana que también lo llevó a El Salvador y Panamá para visitar diferentes proyectos que impulsa su fundación.
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