Emotivo adiós del Congreso Nacional Africano a Mandela, su padre político
Por EFE
domingo 15 de diciembre de 2013, 07:27h
El funeral de Estado de Mandela se celebrará el domingo en Qunu con la asistencia de más de 4.000 personas, entre ellas una veintena de mandatarios internacionales y dignatarios.
Mandela falleció a los 95 años rodeado de su familia en su casa de Johannesburgo, tras una larga convalecencia por problemas respiratorios.
Johannesburgo, 14 dic (EFE).- Nelson Mandela viajó hoy por
última vez a la aldea de su infancia, Qunu, tras ser homenajeado por los
herederos de su legado político, los dirigentes del Congreso Nacional Africano
(CNA), que ha gobernado Sudáfrica en las dos últimas décadas.
Mandela lideraba el CNA cuando en mayo de
1994 juró el cargo como primer presidente negro del país tras las primeras
elecciones libres de Sudáfrica, que se ha mantenido fiel desde entonces a los
colores del partido.Esos mismos colores envolvieron hoy el
féretro del héroe nacional, honrado por última vez por el CNA en una sentida
ceremonia oficiada en la base aérea militar de Waterkloof, en Pretoria, horas
antes de emprender el vuelo de vuelta al hogar de su infancia.
Si Mandela inauguró la llamada "Nación
arco iris", el nieto mayor del expresidente, Mandla Mandela, aseguró hoy
que el país tiene por delante "un futuro muy brillante".
El nieto, que ha acompañado al icono de la
lucha contra el régimen racista del "apartheid" durante los tres días
de su velatorio en la sede del Gobierno sudafricano en Pretoria, lanzó un
mensaje de esperanza a un partido que, según gran parte de la opinión popular, se
ha quedado huérfano tras la muerte de Mandela.
"Durante los últimos tres días me he
sentado junto a mi abuelo (...) He visto a su Ejército (de Sudáfrica), a su
gente... Y puedo asegurar al CNA que el futuro de este país parece
brillante", apostilló Mandla Mandela.
Canciones de lucha, banderas y arengas
contrarrestaron las lágrimas de centenares de devotos que recordaban a su padre
político bajo el toldo de un hangar en la base aérea.
Uno de los cánticos más emocionantes fue
entonado por el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, quien cifró la grandeza de
Mandela en su intelecto y capacidad para la acción: "Combinó dos cosas que
no son fáciles de conseguir, teoría y práctica". Zuma también aprovechó su intervención para
lanzar un aviso a quienes piensan que el CNA ha quedado huérfano tras la marcha
de Mandela.
"No deberíamos pensar que la muerte de
Madiba es un momento para marcarnos metas", aseveró días después de que el
expresidente Thabo Mbeki, de la misma formación, sugiriera que el país
necesitaba ahora un mejor liderazgo.
"Necesitamos elevar la calidad de
nuestro liderazgo", dijo Mbeki el miércoles, el día después de que Zuma
fuese sonoramente abucheado durante la ceremonia religiosa en honor a Mandela
que tuvo lugar en el estadio FNB de Johannesburgo.
Otro de los nietos del mito, Ndaba Mandela,
elevó por contra al CNA al nivel de "la organización política africana más
importante de la historia".
Más allá de la pérdida política, el drama
personal de la viuda del exmandatario, Graca Machel, se tornó hoy en llanto al
recibir la bandera del CNA que había envuelto el féretro de Mandela durante la
ceremonia.
Vestida estrictamente de luto, Machel tuvo
que limpiarse repetidamente las lágrimas con un pañuelo después de que Zuma le
entregase la enseña de color negro, dorado y verde, cuidadosamente doblada.
Héroes de la lucha contra el
"apartheid", como Ahmed Kathrada y Andrew Mlangeni, portaron el ataúd
hasta el avión que lo llevaría al aeropuerto de Mthatha, en el sureste del
país, a pocos kilómetros de Qunu, donde Mandela será enterrado este domingo.
A decenas de kilómetros de distancia, en
Johannesburgo, la ciudad retomaba el pulso prenavideño, los centros comerciales
se llenaban de compradores y solo algunos ciudadanos rezagados y turistas
acudían a sitios significativos en la vida del artífice de la Sudáfrica de la
reconciliación.
La calle Vilakazi del gueto negro de Soweto,
donde se encuentra la casa de Mandela, era frecuentada hoy por menos turistas
que vendedores ambulantes.
Entre ellos, un grupo de sindicalistas
irlandeses que hicieron huelga durante tres años para protestar por la
importación de productos procedentes del régimen del "apartheid" en
la década de los años ochenta.
"Me siento muy triste, fue una gran
persona", explicó a Efe Karen Gearon, una de las irlandesas que ha viajado
a Sudáfrica para participar en los actos en homenaje a Mandela.
"Un héroe ha caído. (...) Ahora es el
turno de los jóvenes de abrir los ojos", advertía Steven, quien ha
custodiado el libro de condolencias del museo desde el fallecimiento de
Mandela, el pasado día 5.
El funeral de Estado de Mandela se celebrará
mañana en Qunu con la asistencia de más de 4.000 personas, entre ellas una
veintena de mandatarios internacionales y dignatarios.
Mandela falleció a los 95 años rodeado de su
familia en su casa de Johannesburgo, tras una larga convalecencia por problemas
respiratorios.
Por Desirée García