Se inicia en el mundo de los negocios a los 12 años con la invasión de los norteamericanos en el 1965, estableciendo venta de frutas a los norteamericanos en la zona universitaria de la UASD.
Más tarde, en sus tiempos de estudiante, vendía cassettes de 8 tracks y luego, apoyando a sus padres, se integra a la FAMILIA BON en el 1972, con la apertura de una pequeña heladería alquilada en la calle El Conde, que compartían con un salón de belleza.
Nuestro personaje es graduado de Licenciado de Administrador de Empresas en la UNPHU, MBA en la Universidad de Quebec en Montreal y ha asistido a cientos de cursos y conferencias, muchos de ellos auspiciados por BON, que siempre tuvo entre sus propósitos fundamentales, capacitar a su personal para ir acorde a los tiempos.
Según las propias palabras del señor Moreno, BON significó un sueño convertido en una realidad fascinante… mágica. En una amena conversación nos cuenta como su padre les contagió del sueño de disfrutar el proceso de construir una marca desde 0 hasta liderar el mercado, con capacidad para penetrar cualquier rincón del mundo y siempre con la mística de valores de dominicanidad e inclusión social, dando felicidad a la familia dominicana y a la vez nutriéndola con sabores espectaculares y saludables. En fin, una diversión sana, sin necesidad de tomar alcohol y con ambientes higiénicos y familiares.
Al preguntarle sobre la iniciativa que tuvo BON y la propia familia Moreno con el tema de la Responsabilidad Socio-Empresarial, contestó que el propósito básico fue y ha sido “Que tus actividades normales de negocios como es el caso de fabricar helado genere en sí impacto positivo en lo social y lo ambiental y ahí se refirió a la Loma Quita Espuela, ubicada en San Francisco de Macorís, indicando “que ha sido un modelo de apoyo al campesinado y a la naturaleza.
Un trabajo de decenas de años, pero que hoy ha dado sus frutos, pues muchas familias viven en ese poblado y todos tienen conciencia de que la naturaleza hay que cuidarla, porque vivimos de ella.
De la Loma fluyen 60 rios que abastecen agua a toda esa región del Cibao” Y continuó diciendo… “Toda marca y toda empresa deben motivarse a dejar un mundo mejor que cuando inició sus operaciones.
Eso es responsabilidad social… Velar por el bienestar de la comunidad y de lo que te rodea.” Nos enfocamos en el tema de la Macadamia y a tal efecto expresó: “El solo hecho de dedicarse al trabajo con la macadamia, tanto en lo que concierne al mercadeo, asi como para desarrollar la tecnología, genera soluciones sociales y ambientales, siendo una actividad social y empresarial, pues este árbol de la macadamia reconstruye montañas y da mano de obra a cientos de campesinos.
Es una manera de invertir, apoyar a nuestras comunidades y servir a nuestro país. Para Diario Hispaniola: Margarita Mendoza
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