Antecedentes.- En diciembre de 2015, París será escenario de una nueva Cumbre sobre el Cambio Climático. Tras lo tratado en otros encuentros durante los 20 años anteriores, ésta debe ser la cita definitiva de la que se espera salga un compromiso vinculante internacional para la reducción de los gases de efecto invernadero, incluidas las grandes potencias.
En 2009, en Copenhague, Capital de Dinamarca, fue la última reunión en la que los negociadores intentaron llegar a un acuerdo acerca de las medidas que deben tomarse a nivel de cada nación y en el ámbito global, para intentar detener la debacle climática en la que se encuentra inmerso nuestro planeta mediante un pacto climático. Lamentablemente en esa ocasión fue imposible conseguirlo.
Todo quedó en una mera “declaración de intenciones” tras una jornada final en que según las imágenes tomadas a los representantes, muchos terminaron durmiéndose en sus asientos, ya que la mayoría de las intervenciones estaban bastante vacías de compromiso y muchas veces hasta de contenido.
La nota la dieron primero el delegado de Tuvalu, un pequeño país insular de la Polinesia perteneciente al Commonwealth, que acusó a los demás de olvidarse que su territorio corría peligro de desaparecer bajo las aguas (tiene una altitud máxima de 5 metros sobre el nivel del mar) si continuaban los deshielos y el mar seguía subiendo.
Tras pedir la palabra durante más de una hora golpeando la mesa para llamar la atención de sus demandas, la representante de Venezuela mostró su palma sangrante, explicando que los países más pobres debían pagar con sangre sus derechos, porque nadie les prestaba atención ni se los tomaba en cuenta, ya que los pactos se hacían entre las grandes potencias ateniéndose a sus propios intereses.
Las organizaciones que trabajan para la defensa y protección del medio ambiente, solo estuvieron presentes mediante la protesta de sus activistas en el exterior del edificio donde se celebró la cumbre. Al término de la misma, varios de ellos dijeron que las conclusiones eran una verdadera “vergüenza climática”.
¿Qué significa crear un “borrador”? La idea de esta reunión era que se sentaran las bases de los futuros acuerdos y que cada país tuviera oportunidad de presentar sus propias propuestas, que serían recogidas en el llamado “borrador”, el cual debe estar listo para la primera semana de octubre.
Para ello se designaron dos líderes negociadores, que en este caso son Daniel Reifsnyder (EEUU) y Ahmed Djoghlaf (Argel), quienes tendrán la responsabilidad de componer el borrador definitivo y presentarlo a los países que participarán en la Cumbre.
De esta manera y en vista a componer el borrador “definitivo” (en otra reunión que se celebrará también en Bonn entre el 19 y el 23 de octubre) que se lleve a París, cada país podrá estudiarlo de manera pormenorizada en el seno de las instituciones y áreas especializadas de cada nación y consultar con los agentes involucrados.
La presidencia de la próxima Cumbre parisina ha solicitado que el borrador que presenten los negociadores cumpla con las cuatro “C” de la comunicación y sea por tanto: coherente, completo, conciso y comunicable.
Según las declaraciones de los representantes la perspectiva es positiva, si bien la marcha de los progresos es lenta, ya que son muchos los involucrados y por tanto las proposiciones, pero se espera que el resultado de la cumbre de París sea un éxito.
Puntos de consenso
Se ha difundido que una de las bases del futuro acuerdo sería el compromiso por parte de todos los países, de tomar las medidas necesarias para lograr que el aumento de la temperatura de la Tierra cuando culmine el presente siglo, no sea mayor de 2º C.
El tratado en sí comenzaría a regir a partir del año 2020 y se impulsarán verificaciones periódicas (cada cinco años) con el objetivo de revisar y modificar, si fuera necesario, los compromisos de cada país en cuanto a las reducciones en la emisión de gases contaminantes.
Los 60 países que conforman el 70% de las naciones con el más alto índice de emisiones a nivel global, ya han presentado ante las Naciones Unidas, sendos planes para la reducción de los mismos, todo ello orientado a dar la mejor impresión en vistas a la reunión de París. Se espera que India y Brasil, que juntos conforman casi un 10% de las emisiones, entreguen sus propuestas en breve.
Una reflexión final
A pocos meses de la Cumbre Climática Mundial en París, la Ciudad Luz, confiemos en que si se están preparando de esta manera, con borradores, revisión de borradores, comisiones de estudio y consultas a los agentes involucrados, (de lo que se vanaglorian todas las naciones) el resultado sea tangible, práctico y aplicable.
La gente común, la que tiene que usar tapabocas en determinados momentos porque el aire es irrespirable, está un poco hastiada de que se inviertan muchos millones de euros en reuniones y que al salir solo digan: sabemos que el cambio es real y ya veremos de hacer algo para solucionarlo. Este problema necesita medidas urgentes, No declaraciones de intenciones, porque la tierra es el único sitio que tenemos y al ritmo que vamos, poca vida le queda a este pobre y castigado planeta. Y con él, perecerán sus destructores.
Fuente: http://www.ecoticias.com/co2/107045/Camino-Cumbre-Clima Fuente: http://www.ecoticias.com/co2/107045/Camino-Cumbre-Clima
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