Los ejecutivos de la institución hacen esta acción de conocimiento público, a los fines de evitar confusiones respecto a lo que ocurrirá.
Un simulacro constituye un ensayo o práctica sobre cómo se debe actuar en caso de una emergencia, provocada por un temblor, incendio, inundación, huracán, entre otros.
Realizar un simulacro tiene muchas ventajas, la principal de ellas es que podemos comprobar, con anticipación, si las acciones de preparación son eficientes y nos permite corregir, en caso necesario, las acciones requeridas para una mejor atención de la emergencia.