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John F. Kennedy en el museo |
Estados Unidos de América conmemora hoy el 50 aniversario del asesinato de John F. Kennedy
Por EFE
viernes 22 de noviembre de 2013, 14:48h
La intensidad con la que Estados Unidos vive este 50 aniversario apunta a que
el mito que rodeó a Kennedy sigue muy presente, pero historiadores y expertos
coinciden en que es justo ahora, con cada vez más generaciones que no vivieron
ese trágico día, cuando empieza a haber claridad histórica para apreciar el
verdadero legado de JFK.
Washington,
(EFE).- Estados Unidos rinde hoy homenaje al expresidente John F. Kennedy, una
figura que ha crecido en magnetismo desde su asesinato el 22 de noviembre de
1963 en un país que, 50 años después, no ha puesto fin al debate sobre su
muerte ni a la idealización de un político que marcó una era.
El reloj marcaba las 12:30 horas cuando la limusina descapotable de Kennedy, de
camino a un multitudinario almuerzo en Dallas (Texas), giró hacia Dealey Plaza.
"Y de repente se escuchó 'pop'. Y después 'pop, pop'. Tres disparos. Y vi
como la limusina casi se detenía por un momento y después se alejaba a toda
velocidad", dijo a Efe Julian Read, que se encontraba en la caravana
presidencial en calidad de portavoz del gobernador de Texas, John Connally, herido
también en el tiroteo.
El país tuvo apenas una hora para la incertidumbre hasta que el portavoz de la
Casa Blanca, Malcolm Kilduff, anunció desde una improvisada sala de prensa en
el hospital Parkland Memorial la temida noticia: el presidente había muerto a
las 13:00 horas.
Los esfuerzos de reanimación del jefe de cirugía del hospital, Ronald Jones, no
bastaron para un cuerpo que sangraba mucho, había perdido masa cerebral y tenía
disparos en la cabeza y el cuello.
"Probablemente estaba muerto desde el principio", recordó Jones esta
semana en un acto con periodistas en Dallas.
Una de las frases más repetidas en este 50 aniversario, que congregará a más de
5.000 personas en un homenaje en Dallas y motivará decenas de actos en todo el
país, es la de que "la televisión maduró ese día".
En efecto, muchos aún recuerdan el gesto solemne con el que el periodista
Walter Cronkite se quitó las gruesas gafas de pasta antes de anunciar que el
presidente había muerto "hace unos 38 minutos".
Durante los cuatro días siguientes, las tres grandes cadenas de televisión se
convirtieron en un informativo constante, prendido día y noche en millones de
hogares en Estados Unidos, que dos días más tarde pudo ver en directo el
momento en que Jack Ruby disparó y mató al acusado de asesinar al presidente,
Lee Harvey Oswald.
La muerte de Oswald eliminó toda posibilidad de un juicio, y la búsqueda de
respuestas quedó en manos de un comité establecido por el nuevo presidente
Lyndon B. Johnson, la Comisión Warren.
Su conclusión, la de que Oswald actuó solo para matar a Kennedy, fue aceptada
por muchos y cuestionada durante décadas por tantos otros, incrédulos ante la
posibilidad de que un joven inestable pudiera haber acabado con el presidente
de Estados Unidos.
Un complot de la CIA, un plan del vicepresidente Johnson, una operación de la
KGB y el régimen cubano de Fidel Castro o una venganza de la mafia son algunas
de las teorías de la conspiración que hoy siguen en plena evolución, con nuevos
libros que abordan el crimen con diferentes ángulos y evidencias.
"A día de hoy, tengo serias dudas de que Lee Harvey Oswald actuara
solo", admitió el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en una
entrevista este mes con la cadena NBC.
El cubano Félix Rodríguez, un ex agente de la CIA, asegura que el propio
hermano del presidente, Robert Kennedy, le confesó su propia teoría sobre la
muerte poco después del suceso.
"Castro ordenó matar a Kennedy, porque en ello le iba la propia
supervivencia", aseguró Rodríguez en una entrevista con Efe.
La mayoría de las teorías presentan a Oswald como un títere, pero hay quien, 50
años después, defiende incluso que él nunca apretó el gatillo. Uno de ellos es
Buell Wesley Frazier, que el 22 de noviembre llevó en su coche al futuro
acusado de asesinato al lugar de trabajo que compartían: el Depósito de Libros
Escolares de Texas.
"Nadie ha podido convencerme nunca de que lo hizo. Creo que el caso sigue
abierto, y que Estados Unidos no ha escuchado la verdad", afirmó Frazier a
Efe.
Con o sin respuestas, Estados Unidos sigue viendo hoy en Kennedy un símbolo de
la ilusión por la política, la promesa de un sinfín de aspiraciones que no
vieron la luz en su mandato pero inspiraron desde la llegada del hombre a la
Luna en 1969 a la campaña del actual presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, en 2008.
La noción de "Camelot", que vinculaba la era Kennedy con la leyenda
del rey Arturo, fue inventada poco después del asesinato por su viuda,
Jacqueline, y tomó fuerza de inmediato.
La intensidad con la que Estados Unidos vive este 50 aniversario apunta a que
el mito que rodeó a Kennedy sigue muy presente, pero historiadores y expertos
coinciden en que es justo ahora, concada vez más generaciones que no vivieron
ese trágico día, cuando empieza a haber claridad histórica para apreciar el
verdadero legado de JFK.
Según apuntó Obama, el legado de Kennedy no está en su lista de
logros, sino en su carácter, el de un hombre "valiente" que encarnó
el sueño de su país de "desafiar los retos, escribir su propio destino y
hacer del mundo un lugar nuevo".