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La procrastinación bajo la lupa: entre hábito, emoción y rendimiento académico.
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La procrastinación bajo la lupa: entre hábito, emoción y rendimiento académico. (Foto: Fuente externa)

La procrastinación bajo la lupa: entre hábito, emoción y rendimiento académico

Por Xiomara Martínez
lunes 08 de diciembre de 2025, 21:51h
La procrastinación implica postergar tareas importantes y está relacionada con dificultades emocionales, no solo con pereza. Un estudio de la Universidad de Barcelona destaca que afecta el rendimiento académico y aumenta la ansiedad. Aunque puede ofrecer beneficios como creatividad bajo presión, sus efectos negativos son más evidentes. Se sugieren estrategias para combatirla.

Santo Domingo.- Procrastinar es postergar o diferir tareas importantes, incluso cuando se tiene la posibilidad y el tiempo para hacerlas. Puede afectar acciones, conductas o la toma de decisiones. No se trata de flojera ni de mala gestión del tiempo, sino de una dificultad para regular las emociones y enfrentar los requisitos que demanda una tarea.

Un estudio de la Universidad de Barcelona (2025) reveló que la procrastinación no es simplemente pereza, sino que responde a una combinación de factores como la gestión del tiempo, rasgos de personalidad y bienestar emocional. La investigación, realizada con más de 900 estudiantes, mostró que el 61 % de la variación en la procrastinación se explica por dificultades de planificación, baja tolerancia al estrés y tendencia a experimentar emociones negativas.

De forma complementaria, una revisión sistemática publicada en la revista InveCom (2025) subrayó que la procrastinación está vinculada a altos niveles de ansiedad y estrés, y que puede mitigarse con programas de entrenamiento en gestión del tiempo y habilidades de estudio.

Los “pros” de procrastinar

Aunque suele verse como un hábito negativo, algunos investigadores señalan que la procrastinación puede tener ciertos beneficios:

  • Creatividad bajo presión: algunos estudiantes afirman que trabajar al límite del tiempo les genera adrenalina y confianza en sus capacidades.
  • Priorización inconsciente: aplazar tareas puede permitir que la mente filtre lo realmente importante y se enfoque en lo esencial.
  • Momentos de descanso: posponer actividades puede servir como pausa para reducir la fatiga mental, siempre que no se convierta en hábito permanente.

Los “contras” de procrastinar

Los efectos negativos son más evidentes y han sido ampliamente documentados:

  • Rendimiento académico más bajo, especialmente en estudiantes con dificultades de organización.
  • Mayor ansiedad y estrés, al acumular tareas pendientes.
  • Impacto en la autoestima, pues la sensación de “no cumplir” genera frustración y culpa.
  • Efectos laborales y financieros, cuando la procrastinación se traslada al pago de obligaciones o al cumplimiento de metas profesionales.

Estrategias para enfrentarl, los expertos recomiendan:

  • Técnicas de gestión del tiempo como el método Pomodoro o la planificación semanal.
  • Dividir tareas grandes en metas pequeñas, para reducir la sensación de abrumo.
  • Entrenamiento en habilidades de estudio y autocontrol emocional, que han demostrado eficacia en programas universitarios.
  • Ambientes de trabajo adecuados, con menos distracciones y mayor motivación.lc
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