Desde el Acuerdo de París en 2015, la transparencia climática se ha vuelto crucial para evaluar el progreso en la reducción de emisiones. A través de informes bienales, se identifican brechas y se fortalece la cooperación internacional. Esta herramienta no solo monitorea, sino que impulsa la acción política necesaria para un futuro sostenible.
Santo Domingo.- Desde el Acuerdo de París en 2015, los países se comprometieron a reducir emisiones y reportar sus avances en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, los informes muestran que muchos aún no cumplen plenamente sus promesas. La transparencia climática se ha convertido en un mecanismo esencial para evaluar el progreso real, generar confianza internacional y estimular una mayor ambición frente a una crisis que no da tregua.
¿Qué implica ser transparentes en materia climática?
La transparencia climática consiste en rastrear cómo gobiernos y empresas cumplen sus compromisos ambientales. A través del Marco de Transparencia Reforzado, los países presentan informes bienales que detallan sus emisiones, planes de mitigación, avances y necesidades de apoyo. Este proceso permite rendición de cuentas, facilita el diseño de políticas efectivas y desbloquea financiamiento internacional.
Avances, brechas y cooperación internacional
Aunque la acción climática ha sido desigual, la transparencia ha permitido identificar brechas y fortalecer compromisos. Gracias a estos informes, las proyecciones de calentamiento global han bajado de 5 °C a entre 2,6 °C y 3,1 °C. Aún lejos del objetivo, pero muestra que la cooperación global puede marcar la diferencia. Iniciativas como el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano han logrado reducir emisiones significativas en países como Argelia y Yemen.
El rol del PNUMA y el momento decisivo
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) apoya a más de 60 países en el desarrollo de sus informes de transparencia, fortaleciendo capacidades técnicas e institucionales. De cara al Foro Global de Transparencia y a la próxima ronda de negociaciones en Belém, Brasil, se espera que las naciones presenten planes climáticos actualizados que no solo respondan a la emergencia, sino que impulsen desarrollo sostenible, empleo y salud pública.
Transparencia como motor de transformación
Más que una herramienta técnica, la transparencia climática es una estrategia política que impulsa la acción global. Permite exigir responsabilidad, reconocer buenas prácticas y acelerar el cumplimiento de metas ambientales. En un contexto de crisis creciente, actuar con transparencia es vital para transformar promesas en progreso real y construir un futuro más sostenible para todos.
En definitiva, la transparencia climática no es solo un mecanismo técnico de monitoreo, sino una herramienta política decisiva. Permite exigir responsabilidad, visibilizar buenas prácticas y garantizar que la acción climática avance con la urgencia y coherencia que exige el contexto global. Aunque los informes muestran avances desde 2015, aún queda un largo camino por recorrer. Fortalecer los compromisos no basta: es necesario traducirlos en resultados concretos, sostenibles y verificables. .LC