Washington (EFE).- El excanciller uruguayo Luis Almagro recibió hoy el apoyo casi
unánime del continente americano para convertirse en el nuevo secretario
general de la OEA, una organización necesitada de "renovación" que él
prometió dotar de "más realismo" y "resultados tangibles".
Almagro, de 51 años, sustituirá el próximo
26 de mayo al chileno José Miguel Insulza al frente de la Organización de
Estados Americanos (OEA), el único organismo regional que reúne a todos los
países del continente, con la única excepción de Cuba.
"No vengo a administrar ninguna crisis,
sino a facilitar y continuar una renovación", dijo Almagro, que se
comprometió a impulsar "un diálogo político con resultados tangibles"
durante su tiempo al frente de la OEA, que se extenderá hasta mayo de 2020.
El secretario general electo ha renunciado a
buscar la reelección para un segundo mandato en la OEA, porque considera
"saludable" que el organismo se renueve cada cinco años.
Almagro reconoció que la OEA que heredará de
Insulza, quien lleva casi diez años al frente del organismo, ha dejado de ser
un "espacio único" de diálogo entre los países del continente, dado
el creciente protagonismo de foros como la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) o la Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur).
No obstante, se comprometió a mantener una
coordinación cercana con esos otros organismos regionales, en ocasiones más
rápidos a la hora de reaccionar ante crisis puntuales, y enfocar el maltrecho
presupuesto de la OEA en las áreas que considera prioritarias: la democracia,
los derechos humanos, el desarrollo y la seguridad.
Aún así, Almagro quiere que la OEA sea
"la referencia política inmediata" en el continente, "para
resolver problemas y no para radicalizar conflictos", según dijo en una
conferencia de prensa.
Además, confirmó su intención de lograr que
Cuba, suspendida de la organización continental en 1962 y que hasta ahora se ha
negado a reintegrarse en ella, cambie de opinión y se sume a la institución.
"Creo que la OEA tiene la obligación de
seguir lo que ha sido el acercamiento entre EE.UU. y Cuba, tiene la obligación
de generar una agenda positiva y de diálogo con Cuba, con negociaciones que
vayan acercando a las partes y que vayan resolviendo los principales problemas
pendientes que puedan haber entre Cuba y la OEA", indicó.
Aseguró que ese diálogo tendrá un
"punto de partida importante en la próxima Cumbre de las Américas",
que se celebrará en abril en Panamá y que contará con la presencia de Cuba.
Insulza expresó hoy su respaldo a ese
objetivo, al confiar en que "en los próximos años se pueda restablecer la
unidad completa del sistema interamericano" con el regreso de Cuba a la
OEA.
Según Insulza, la tarea que Almagro tiene
por delante como próximo secretario general de la OEA "no es fácil",
porque es "de todos" los países y debe conjugar distintas visiones al
tiempo que mantiene el respeto a los "principios de democracia".
No obstante, el actual titular de la OEA
consideró que Almagro "es probablemente la mejor persona que podía haber
sido elegida para poner en práctica" esos principios.
En la sesión resultó también electo como
nuevo secretario general adjunto de la OEA el actual embajador de Belice ante
la organización, Néstor Méndez, que recibió 24 votos frente a los 10 apoyos que
obtuvo su rival, Bayney Karran, de Guyana.
En opinión de la directora de la
organización civil Fundación para el Debido Proceso (DPLF, por su sigla en
inglés), la peruana Katya Salazar, el hecho de que Almagro fuera el único
candidato para secretario general "claramente muestra la debilidad de la
OEA" hoy en día.
"Sin embargo, es interesante que la
nacionalidad de ese único candidato sea la uruguaya, porque Uruguay en los
últimos años, de tanta confrontación ideológica, ha sido el país prudente,
tolerante, que trató de mantener las aguas calmadas", dijo Salazar a Efe.
Según Salazar, las organizaciones defensoras
de derechos humanos en el continente estarán "atentas" a la acción de
Almagro, que "no ha sido muy vocal, muy expresivo" sobre el rol que
debe tener la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Al respecto, Almagro dijo hoy que la
Comisión debe tener "una cultura de diálogo con todos los países",
incluidos aquellos más críticos con su gestión, como Ecuador o Venezuela.
A la sesión de hoy en la OEA asistieron 19
cancilleres del continente, entre ellos los de México, Brasil, Colombia,
Uruguay, Perú, Ecuador, Paraguay, Argentina, Guatemala, Honduras, Panamá,
Venezuela, Costa Rica y República Dominicana; además del subsecretario de
Estado de EE.UU., Anthony Blinken.