Asistentes portan velas en el homenaje en el barranco del Poyo a los fallecidos por la dana que arrasó parte de la zona, cuando se cumple un mes de la catástrofe.
Los efectos del desastre natural más devastador de los últimos años todavía afectan a Valencia. Sin embargo, la comunidad autónoma avanza en su proceso de recuperación, aunque de manera gradual.
"Muchos podrían afirmar que 'parece que fue ayer', y en realidad, eso es cierto. Los efectos del desastre natural más devastador de los últimos años todavía afectan a Valencia. Sin embargo, la comunidad autónoma avanza hacia la recuperación, aunque sea de manera gradual."
Un mes después de las devastadoras inundaciones en Valencia, la normalidad sigue siendo un objetivo difícil de alcanzar para las comunidades locales. A pesar de que las calles han sido limpiadas en parte, una capa de polvo rojizo persiste sobre las vías, cambiando su forma con el paso del tiempo. En este momento, los expertos se centran en el alcantarillado, donde operarios y bomberos trabajan arduamente para despejar los conductos saturados. Esta acción es crucial para evitar que el barro se endurezca y cause daños estructurales más graves, así como para asegurar la evacuación adecuada de futuras precipitaciones, según informan medios españoles.
Los aparcamientos subterráneos siguen inundados de barro y vehículos que todavía no han sido recuperados. Esta situación dificulta las labores de limpieza, ya que existe el peligro de gases tóxicos. Equipos especializados, que incluyen minicargadoras y bomberos equipados con protección adecuada, están trabajando sin descanso para despejar estas áreas. En edificios donde los ascensores no funcionan, ancianos y personas con movilidad reducida se encuentran atrapados en sus casas, recibiendo asistencia de médicos y voluntarios.
En comparación con garajes o el alcantarillado, los hogares han mostrado cierto avance, aunque la situación en el ámbito privado no parece mejorar. Se han limpiado los suelos y se ha retirado el barro, pero el olor a humedad sigue presente y será necesario que las paredes se sequen antes de poder aplicar pintura. A pesar de haber sido golpeada, la comunidad ha recibido la solidaridad de toda España, lo que ha permitido recibir donaciones que han ayudado a satisfacer las necesidades inmediatas. No obstante, el camino hacia una recuperación completa parece ser extenso, y los residentes continúan lidiando con un entorno marcado por el polvo, el desgaste y la incertidumbre. Con informaciones de euronews.com