Brasil aparece como la más espectacular subida de un país en la clasificación mundial de la libertad de la prensa en 2023 de Reporteros Sin Fronteras (RSF), que atribuye esa mejora de 18 plazas a la salida del poder de Jair Bolsonaro.
París.- En su informe, publicado este miércoles con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la organización recordó que el expresidente brasileño "atacó sistemáticamente a la los periodistas a lo largo de todo su mandato".
El regreso al poder de Luiz Inácio Lula da Silva "ha resucitado la esperanza de un retorno a la normalidad en las relaciones entre el Estado y la prensa", señala el informe.
"¿La llegada de Lula permite cambiar completamente la situación? Por supuesto que no. Es una señal muy positiva que se da desde lo más alto del Estado, pero lo que nosotros observamos es que la inseguridad de los periodistas sigue alta", observó en declaraciones a EFE el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
Deloire recordó al reportero británico Dom Phillips, quien, junto al indigenista brasileño Bruno Pereira, fueron asesinados en junio de 2022 en una remota zona tropical del estado de Amazonas mientras realizaban una investigación sobre pesca, caza y minería ilegales.
El salto de Brasil en una clasificación que califica a 180 países, y que lidera Noruega por séptimo año consecutivo y vuelve a cerrar Corea del Norte, supone un récord para el continente americano, pero no oculta la situación difícil en otros países.
Perú, el mayor descenso mundial
Como Perú, que baja 33 puestos hasta el 110, a causa de una "inestabilidad institucional" que dura ya seis años y que "ha alimentado la desconfianza de la sociedad en las instituciones pero también en la prensa".
"Ha sido el país del mundo (...) en el que el descenso de la nota ha sido más pronunciado", anotó Deloire.
Según el informe, en el país andino "los periodistas pagan a un precio muy alto la situación política" y son, a la vez, "reprimidos, agredidos y desacreditados por considerarlos cercanos a las élites del poder".
Doce puestos pierde Ecuador (80), sometido a una "creciente influencia de organizaciones criminales" que degradan las condiciones de trabajo de los periodistas.
Ecuador "desafortunadamente, está en proceso de adherirse a una forma de 'contra modelo' latinoamericano, en lo que concierne a las violencia sangrienta contra los periodistas", refirió el secretario general de RSF.
México (baja un lugar hasta el 128) vuelve a situarse en los puestos más bajos por la "extrema violencia" que ejercen los cárteles del narcotráfico y su cercanía a los poderes locales, que "siguieron destruyendo un poco más al periodismo". El país sigue siendo el que más periodistas desaparecidos cuenta en el mundo, 28 en los últimos 20 años.
La desinformación avanza en la región
Si en su informe RSF apunta al avance de la desinformación oficial, esa tendencia se deja ver en América Latina en países tradicionalmente bien situados en la clasificación mundial.
"El uso de la desinformación y la propaganda, a menudo asociadas a la violencia en línea contra periodistas y medios, se normaliza y se convierte en un factor de la estrategia de los dirigentes políticos, que refuerzan así el control del discurso público", indica RSF.
Es el caso de Costa Rica, el único país latinoamericano que tenía una situación "satisfactoria", que cayó 15 puestos y entró en la zona "problemática" (lugar 23).
Esa misma tendencia se ha visto en Uruguay, que pierde 8 plazas hasta el puesto 52, y en Argentina, que cae 11 para quedar en el 44.
Los últimos puestos del continente siguen ocupados por Nicaragua (158, sube dos), donde "los periodistas independientes se han visto abocados a la clandestinidad o el exilio", y Cuba (172, gana un lugar), que acaba de estrenar un nuevo Código Penal que permite al Gobierno mantener la intimidación y la persecución de los reporteros críticos con el régimen, según RSF.
En este país, señala la organización, "la censura ha vuelto a su nivel más alto y la prensa sigue siendo un monopolio del Estado".
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