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Hogares felices... Adultos sanos de corazón

Por Margarita Mendoza
sábado 14 de enero de 2023, 20:35h
Familia feliz
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Familia feliz (Foto: Fuente externa)
Mis peticiones para este inicio de año están dedicadas a muchas mujeres que han tenido una vida de sacrificio y dolor, es que fluyan como muchas mariposas que estuvieron encerradas en un gusano receptor de agresiones físicas de palabras acciones desagradables.
Es tiempo de amarse. De pensar en crecer. Los hijos prefieren padres separados felices que unidos en desamor.

Mujer, organízate, prepárate. Trabaja con visión de futuro. Puedes ser autosuficiente y velar por tu integridad y la de tus hijos. Ellos te lo agradecerán en el mañana.

Vamos a formar ciudadanos más sanos de corazón, pues esta violencia que vemos a diario es el fruto de hogares donde este mal reinaba.

Velemos para que nuestros descendientes vivan en ambientes de amor y armonía. Oremos por las familias afectadas por la violencia y por esos niños que no tienen la culpa de haber venido al mundo y como consecuencia de agresiones maritales, se quedan huérfanos de padre y madre.

En estos días hemos visto en la prensa actos de violencia inimaginables: un padre que asesina a sus hijos y se suicida para provocar un dolor irreparable a su pareja; una relación que se originó por las redes y que la víctima fue una joven menor de 30, que recibió 80 puñaladas; una madre que mata a su hija y luego la incinera. Dios mío, ¿Qué está pasando en los hogares dominicanos?

También somos testigos de muchos padres (y hablo de ambos sexos) que tienen hijos con diferentes parejas y no les dan el afecto y atención que se merecen. "Nadie se resiste al amor", es la frase que solía escuchar de un humanista amigo que es modelo de un hogar estable.

Creo firmemente que los adultos felices vienen de hogares donde se vivió en armonía. Los que tienen imágenes gratas de su infancia.

Recuerdo que en una de las meditaciones de un seminario al que asistí hace unos años, nos llevaban a nuestros tiempos de niño y nos hacían recordar momentos felices vividos con nuestros padres. Yo me sentí tan afortunada.

Nuestros padres se ocupaban de nuestra educación, de proporcionar distracciones en familia, de tomar fotos de esos momentos felices para que siempre nos recreáramos en ellos. También recuerdo que mi padre me contaba cuentos en sus piernas y luego me llevaba a la cama. Nos tocó cuidar a nuestra madre por varios años y lo hacíamos con amor, porque ella lo merecía. Gracias a Dios mi único hijo es un padre abnegado y entregado a su familia. Dando el ejemplo es como se logran resultados positivos o negativos.

A las parejas jóvenes que en su afán de vivir una existencia de placeres costosos les digo que a sus hijos lo que más les place es contar con la presencia de sus padres, no la de nanas que se pasan toda la semana haciendo ese rol.

Me ha tocado ver mujeres líderes que dedican ratos al cuidado de sus hijos. Es como dice una expresión popular: "candil de la calle y oscuridad de la casa". La más importante empresa que nos toca dirigir es la familia.

¿Qué hacemos con casas ostentosas, carros de lujo, casas de veraneo, si estamos solos porque nuestros hijos no vivieron el amor de padres? ¿Eres tú así ? Haz una introspección.

Y para concluir, cito una frase que escuché hace muchos años y me la he dicho muchas veces: “No permitas que nada ni nadie te haga pensar mal de ti. Ni siquiera tú misma". Llegado el momento es mejor estar sola que mal acompañada. Aprende a vivir en soledad. Es reconfortante cuando logras tu paz interior y te amas sobre todas las cosas. Tus hijos van a valorar tu decisión y en el futuro tendrán hogares más estables y armoniosos.

Si tu pareja reúne las cualidades para una convivencia armoniosa, mejor todavía, es el estatus ideal.

Oremos porque este año haya más hogares armoniosos, donde reine la comprensión. Donde haya una buena comunicación y en los que la espiritualidad sea uno de los bienes inmateriales existentes.



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