La interacción fuerte se sobrepone a la repulsión electromagnética que sienten los protonesentre sí por el hecho de tener todos carga eléctrica positiva y estar apretados en un lugar tan estrecho como un núcleo atómico. También es esta la interacción que impide a la estrella de neutrones colapsar sobre sí misma para formar un agujero negro.
Para entender entonces cómo funcionan estas estrellas necesitaremos un conocimiento íntimo de la interacción fuerte. Además, no podemos hacer experimentos directos sobre éstas, sino simplemente limitarnos a observarlas desde la distancia. Aunque de esta forma hemos podido aprender muchísimo sobre ellas y sobre otros tantos objetos astronómicos, el estudio de sus bloques fundamentales nos permitirá entenderlas mejor.
De esto mismo trata un estudio reciente de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Suecia, centrado en el estudio del núcleo de átomos de plomo. Estos átomos son especialmente interesantes porque contienen el núcleo atómico estable más pesado, por lo que permite estudios más profundos sobre la interacción fuerte. Además, su isótopo principal, el Plomo-208 contiene una cantidad muy interesante de protones y neutrones.
Concretamente contiene 82 protones (como cualquier otro átomo de plomo, pues esa cantidad define al elemento) y 126 neutrones. Estos dos números son parte de los conocidos como“números mágicos” de la física nuclear. Existen ciertas cantidades de protones y neutrones que dan a los distintos núcleos atómicos mayor estabilidad de la esperada.
Este es probablemente el motivo por el que el plomo resulta tan estable. Se cree además que los neutrones forman una especie de piel exterior, rodeando al resto de nucleones. Estudios sobre el grosor y las propiedades de esta piel nos han permitido ahondar en nuestro conocimiento de la fuerza nuclear fuerte que los domina.