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Con una llama.
Con una llama. (Foto: Cortesía)
Paisaje en Guatapé.
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Paisaje en Guatapé. (Foto: Cortesía)

Colombia y su cultura: Una experiencia grata de viaje para contar

Por Margarita Mendoza
viernes 18 de noviembre de 2022, 21:11h

Hace tiempo guardaba la esperanza de que nueva vez vería a Colombia. Visité este bello país siendo estudiante universitaria y me encantó. Este año he tenido varios retos por delante y gracias a Dios y a mi esfuerzo, han sido exitosos.

Por eso comuniqué mi interés a la dueña de la agencia Melky Tours, mi amiga Luisa Gil, quien se prestó a colaborarme para lograr reunir un grupo e irme. El esfuerzo fué positivo y yo feliz en mi nueva aventura que resultó una semana llena de novedades y eventos que contar.

Nuestra primera parada fue en Bogotá, la capital de Colombia. Una ciudad histórica y esencialmente cristiana. No la coronan muchas torres porque según nos explicara el guía, llueve muy a menudo y el terreno es muy húmedo para soportar fuertes cargas, pero tiene una naturaleza exuberante producto de la propia humedad.

Es un jardín de flores por todos lados. Además de ser un santuario para muchas aves, resultado ser el país número uno en migración de aves en toda América del Sur.

Nos iniciamos con el Cerro de Monserrete

Un lugar paradisíaco, en el que nos elevamos a muchos metros de altura para encontrarnos con una vegetación exuberante, en el que, por respeto a los pueblos Miuscas de adorar algunas partes de las montañas y de caminar utilizando los senderos que los conducían a sus imágenes sagradas, se dejó intacto.

El templo de Monserrate se consagró a la Pasión de Cristo. El Cardenal Crisanto Luque, al observar que día a día aumentaba la devoción por el Señor Caído, solicitó a la Santa Sede que se erigiera la Basílica Menor del Señor Caído y así se cristalizó el 25 de mayo de 1956.

La Catedral de Sal es un recinto construido en el interior de las minas de sal de Zipaquirá, en el Depto. de Cundinamarca, Colombia. En 1932, Luís Ángel Arango, directivo del Banco de la República, tuvo la idea de construir una capilla subterránea, impresionado por la devoción de los trabajadores de la mina, que adoraban los socavones con imágenes pidiéndoles protección en su faena diaria.

Esta iniciativa siguió creciendo y hoy es la obra más significativa de Colombia. Sencillamente impresionante. Nuestro grupo quedó impactado ante esta creación del hombre para el hombre.

Visitar el Museo del Oro en Bogotá fue otras de las experiencias únicas que nos tocó vivir. Cuánta creatividad de esta raza indígena! Más de 30,000 piezas, todas ellas en ofrenda a sus veleidades. Para los indígenas el oro era un metal que la naturaleza les daba para dar forma y homenajear a sus dioses.

Museo de Botero. Este ilustre pintor y escultor colombiano, con 90 años existencia, donó al gobierno de su país toda su colección de obras propias y de pintores de su época que formaban parte de su colección. Un lugar sencillamente impresionante. Digno de ser visitado y admirado.

Concluimos nuestras visitas en Bogotá en la Plaza Bolívar, la más importante de la capital. Colocada en el centro histórico de la ciudad. A su alrededor se encuentran importantes edificios> Capitolio Nacional, Palacio de Justicia, Catedral Basílica Metropolitana de Bogotá y otras instituciones religiosas. Es realmente imponente esta plaza. Nos sentimos sobrecogidos todos por la impresionante obra.

Tres días no son suficientes para conocer Bogotá, pero nos tocó irnos temprano del hotel y cabalgar todo el día para hacer provechoso nuestro tour, siguiendo ruta para Medellín, la segunda ciudad en importancia en Colombia de la cual quedamos todos prendados por su gente y sus ambientes de ciudad pintoresca y amena.

El primer día nos fuimos a conocer Medellín desde el cielo. El guía nos ubicó en el teleférico y nos hizo tener una visión desde la altura de esta ciudad.

De ahí seguimos a Comuna 13, que fuera el barrio más peligroso de Medellín, poblado de narcotraficantes y guerrilleros y hoy transformado en un lugar lleno de color, de música, de alegría, en el que los turistas nos sentimos compenetrados con los pobladores en un ambiente de camaradería. Concluimos nuestro paseo en Pueblito Paisa, una réplica de los pueblos de Antioquía. Un parque con réplicas de la construcción, parques y una vista de la ciudad impresionante. Muy hermosa.

Al otro día nos llevaron a la región campestre de Antioquía, el Departamento al que pertenece Medellín y qué bien la pasamos! Qué hermosas vistas... Cuánta gente amable y extrovertida... Cómo pueblos afectados se levantaron y se revitalizaron gracias a la visión de su gente.

En 1970, la población de Guatapé, uno de los poblados más representativos de la zona, tuvo que evacuar porque la empresa hidroeléctrica de Colombia crearía una presa y el pueblo se inundaría.

Los habitantes de Guatapé se sintieron desvastados, pero hicieron exigencias no solamente para que se les diera el monto de sus viviendas, sino también para que se les erigiera una ciudad con fondos del Estado colombiano. Fueron asentados de nuevo y hoy la población vive tanto de la agricultura como del turismo, pues han creado unos atractivos especiales para el turista quiera conocerles>

El más importante es el Peñón de Guatapé, una roca que se levanta en una de las zonas que para ascenderla deben subirse 700 escalones para ver desde esa altura un hermoso paisaje.

También han edificado un pueblito que parece de cuentos de hadas, pues cada hogar y negocio tiene símbolos en sus zócalos de la historia de lo que allí les acontece, además de tener calles pedregosas y casas pintorescas y muchas propuestas de negocios de comida, bebida y gift shops.

Lo cierto es que para todos los que tuvimos la bendición de apreciar con ojos de amor los logros de este pueblo de gente creyente que ha padecido tanto, la enseñanza es que siempre se pueden cambiar paradigmas. Colombia tuvo muchos años afectada por múltiples eventos, pero su gente quiere crecer. Es un pueblo de vencedores!



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