Río de Janeiro.- .- "Se trata de un marco para Brasil. Se trata de la primera startup del país en colocar un satélite en el espacio", destacó el director de Gestión de Portafolio de la Agencia Espacial Brasileña (AEB), Paulo Barros, citado en un comunicado del organismo.
"Es un satélite de bolso, que llamamos de PocketSat (picosatélite), totalmente desarrollado en Brasil. Es muy importante para el país que una startup ya esté en condiciones de hacer un lanzamiento de esos", agregó el dirigente de la estatal.
El Pion-Br1, un picosatélite que estudiará la capacidad de transmisiones a largas distancias durante sus dos años de vida útil, fue uno de los 105 pequeños satélites de clientes privados y gubernamentales que la misión Transporter-3 de SpaceX puso en órbita heliosincrónica este jueves.
Entre los satélites que constituían la carga útil del cohete Falcon 9 también estaban seis de la firma española Fossa Systems, de los 80 que prevé tener operativos en 2023 para facilitar conexiones IoT (internet de las cosas), y el satélite miniatura "General San Martín", que el Gobierno argentino usará para brindar acceso a internet a productores agrícolas de zonas rurales de todo el país.
El Pion-Br1, cuyo volumen es de tan sólo 125 centímetros cúbicos, fue desarrollado y montado en el laboratorio de la pequeña empresa tecnológica brasileña en Sao Caetano do Sul, municipio en el interior del estado de Sao Paulo.
"En nombre de la Agencia Espacial Brasileña quiero felicitar a los jóvenes emprendedores de la startup Pion Labs por la hazaña que alcanzaron", dijo por su parte el coordinador de Satélites y Aplicaciones de la AEB, Rodrigo Leonardi, en el mismo comunicado.
La Pion, bautizada en homenaje al físico brasileño César Lattes, uno de los responsables por el descubrimiento de la partícula subatómica méson pi (pion), nació en 2017 con la intención de desarrollar cohetes para presentar en la Spaceport American Cup (SAC), evento que acontece anualmente nos Estados Unidos.
La pequeña empresa se adjudicó en 2020 una licitación del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil que le facilitó los recurso para financiar el desarrollo y el lanzamiento de su satélite.
El aparato fue desarrollado en sólo siete meses por los fundadores de la empresa, Calvin Trubiene, Bruno Pinto Costa, Gabriel Yamato y Joao Pedro Vilas Boas, y tiene por objetivo estudiar la capacidad de comunicaciones a larga distancia para el futuro desarrollo de una nueva era para este segmento en Brasil.
La tecnología permitirá recoger y analizar datos sobre la capacidad de comunicación a larga distancia y para explorar este tipo de transmisiones. "A largo plazo queremos perfeccionar esos descubrimientos y transformarlos en soluciones para el monitoreo de sustentabilidad y seguridad, como muchos players del agronegocio y de la preservación de la Amazonía demandan", explicó Trubiene.
"En un segundo momento también pensamos en expandir la actuación a otros países de América Latina", agregó. Las misiones Transporter de SpaceX consisten en viajes compartidos que permite asumir entre instituciones privadas y públicas el costo aproximado de más de 50 millones de dólares que supone poner en órbita la carga.
El lanzamiento de este jueves es el segundo del año tras el despegue la semana pasada desde el Centro Espacial Kennedy, también en Cabo Cañaveral, de otro lote de casi 50 satélites Starlink para la red de internet satelital de SpaceX.