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El dilema de Rusia.-
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El dilema de Rusia.- (Foto: by Alfonso M. Becker)

Los rusos no son idiotas...

Por Alfonso M. Becker
domingo 07 de marzo de 2021, 20:34h
Por otro lado, los rusos no son tan estúpidos como para ignorar que Rusia, la nación más grande del planeta con solo 140 millones de habitantes, puede ser atacada militarmente, arrasada y ocupada en una semana, por una invasión de 1.500 millones de chinos armados...
Poseen, los rusos, el genio y la pasión de la provocación política a lo largo de toda la historia de Rusia y en las dos primeras décadas del siglo XXI han sabido elevar, incluso, cualquier minúsculo problema a la condición de tragedia nacional para consumo de masas.

Han logrado situar el derrumbe de la URSS a la altura de la paradoja sin necesidad de reescribir la historia; han utilizado el noble arte de «eliminar» a los opositores y enemigos del Estado elevándolo a la dignidad del escándalo mundial; y el asesinato de los traidores a la madre Patria con los legendarios y excelsos ataques con venenos químicos sofisticados.

Por supuesto… esos ataques, a la manera de Hollywood, han sido reducidos a la condición de incidente callejero en cualquier reino europeo de pacotilla.

Acostumbrados a las acusaciones de charlatanes parlamentarios de todas las democracias occidentales, los rusos no se andan con remilgos a la hora de mandar al carajo a los “altísimos representantes” de la Unión Europea como Josep Borrell, devolviendo la “píldora” acusatoria de los «progres afeminados» de España, en forma de supositorio peniforme y ansiolítico.

Bien sean diplomáticos transcender con disforia de género de Alemania, o a las lesbianas de Italia, mancebos de Francia, los Queer del Reino Unido, o de cualquier otro monstruo “sexualoide” de Bruselas… Te mandan a la mierda, directamente, mirándote a los ojos sin parpadear.

Es una forma elegante de decir que «eres afortunado porque no te han volado la cabeza de un disparo».

Según los rusos, habitantes legítimos de un planeta en el que la injusticia, las sanciones financieras, la violencia desmedida y el asesinato son la norma en la diplomacia de dominio -sobre todo en Estados Unidos- «ningún estadounidense cultivado está facultado ética y moralmente» o tiene patente de corso, para señalar a los rusos con sus bagatelas para empequeñecidos homosexuales de vodevil...

En Rusia llaman a Joe Biden «el tarugo descerebrado» naturalmente, no en el ámbito diplomático, tampoco en el Kremlin… pero sí entre el círculo de amigos del presidente ruso, y también privado. Ese tarugo corrupto y mafioso, Joe Biden, dice que envía una señal clara a Rusia de que el asunto Nalvany es solo el principio…

No se sabe de qué principio habla, Joe… pero Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, advierte con cierta ironía que «si esta es la política de Washington» es normal que Estados Unidos pierda aliados tradicionales en todo el planeta.

La absurda teoría, para aplauso de fanáticos del “despertar”, del tarado Joe Biden, es que «muchos años de sanciones arruinarán por completo a Rusia»...

Está claro que la mafia de Barack Hussein Obama está siendo superada de forma alarmante por el espíritu alicaído presidencial que pertenece a esa clase de monstruosos zombis autómatas, atontados de tanto robar por el planeta.

La evidente magnitud de las apreciaciones seniles de un presidente americano agónico, un enfermo terminal que no entiende nada de lo que él mismo intenta expresar, son solo una pequeña anécdota de un Washington podrido, corrupto y degenerado que ya ni siquiera puede controlar a un peligroso anciano entregado a negociaciones diplomáticas barbáricas, y a causas sexuales nauseabundas dictadas por sus manejadores del “wokeísta” clan Obama-Clinton.

Joe Biden, obstinado en legitimar su catecismo de aberraciones climáticas insostenibles, está desmantelando la industria energética de los Estados Unidos para sustituir esa riqueza petrolera indiscutible, por la ruinosa proliferación de placas solares y molinos de viento que los oligarcas estadounidenses de las redes sociales venden a precios del copón…

Don Quijote de la Mancha, lo hubiese matado en el acto...

Así que, como pueden imaginar los lectores, mientras la mafia del Democratic Party obedece, a pie juntillas, las órdenes y dictado de los oligarcas de Twitter, Facebook, Amazon, etc. , los multimillonarios mediáticos, señalados por la gran mayoría estadounidense como auténticos “nazis”.

Así son llamados por todos los amantes de la democracia en América; dictadores nazis de los mass-media que están destruyendo a la república estadounidense, «polizontes de la verdad indiscutible» que “mueven” los hilos de un presidente sin cerebro en la Casa Blanca.

En cambio en Moscú, es de dominio público, que es Vladímir Putin quien ordena y manda sobre los oligarcas rusos. Un ejemplo práctico para entender que la Rusia de hoy es mil veces menos autoritaria que Estados Unidos.

Los grandes analistas geopolíticos de nuestro tiempo -incluyendo a los eruditos rusos- parecen estar de acuerdo en que la Rusia de Vladímir Putin se encuentra situada fatalmente en un fuego cruzado del que no sabe salir ni puede escapar.

Es el viejo dilema de ruso...

Una asociación ruso-china contra Estados Unidos parece que es la mejor iniciativa tomada por la élite del Kremlin a la vista del declive de un Washington decadente, incapacitado para poner fin a la división política interna. Parece además una fórmula interesante para desafiar la hegemonía estadounidense en todo el planeta..

El presidente ruso, Vladímir Putin, y el emperador chino, Xi Jinping, han diseñado una década futura de intereses compartidos que fortalecerá la alianza más fructífera para desbancar a los Estados Unidos. Ambos socios pretenden dejar la “herencia dominante” a la próxima generación de dirigentes ruso-chinos. Las ridículas sanciones de Washington no pueden nada contra una coalición ruso-china…

A medida que el Pentágono se atasca en Oriente Medio y traslada, a duras penas, todo su hardware militar hacia el Indo-Pacífico, Beijing & Moscú, ocupan las casillas del tablero con grandes beneficios de cooperación militar y económica; un valioso tesoro estratégico para el futuro.

La errática política del arrogante y traidor, Barack Hussein Obama, durante su mandato, y ahora tras las bambalinas, ha proporcionado al enemigo chino, no solo la primera base militar en Djibouti sino que ha posicionado a China como el más grande inversor en África; y a Rusia como el más importante vendedor de armas junto a Yevgeny Prigozhin como actor indiscutible para la guerra, agente especial de Vladímir Putin que proporciona mercenarios rusos al país que pueda pagarlos…

El desafío global de China a Estados Unidos ya ha comenzado, y es evidente que, más pronto que tarde, puede degenerar en un conflicto armado.

Algo que puede perjudicar gravemente a Rusia porque el Kremlin no está en condiciones adecuadas para una alianza militar, ni con U.S.A. ni con China; está claro que Moscú necesita tiempo para salir del atolladero y elegir al compañero adecuado para un encontronazo militar de proporciones planetarias…

Algo muy serio, pues la dimensión de poder militar y alianzas de Washington es imposible de igualar, a día de hoy, por una diabólica entente chino-rusa.

Por otro lado, los rusos no son tan estúpidos como para ignorar que Rusia, la nación más grande del planeta con solo 140 millones de habitantes, puede ser arrasada y ocupada, en una semana, por una invasión de 1.500 millones de chinos armados...

Y adiós Rusia para siempre…

Así que, restablecer las relaciones estrechas con aliados tradicionales de Asia y Europa es la “movida” militar prioritaria del Pentágono; y el despliegue del poder blando más seductor posible, está a la orden del día.

Pero América ya no seduce a nadie…

Ahora la historia no se comienza con buen guión de Hollywood. Las productoras de series televisivas, en manos de la mafia wokeísta, solo ofrece la visión patológica de una sexualidad esquizoide que espantaría al mismísimo Sigmund Freud.

Las bobadas parlamentarias de maricones de opereta con nostalgias anales; las prostitutas profesionales en los cenáculos ideológicos del Congreso; los psicópatas en transición sexual con disforia de género en los ministerios de educación; o la extrema violencia del lesbianismo militante para reivindicar su cuota de esclavas sexuales entre las féminas pusilánimes, deberán dejar paso al pragmatismo de una guerra global.

Confundir la política con la orgía, puede exterminarlos a todos si no prima la educación y la inteligencia… El zeitgeist se desliza de forma evidente, clara y contundente, hacia un modelo de gobierno más autoritario y estatista entre las naciones competidoras por el control del planeta.

Eso… cada día, confirma mi apreciación y definición de que la república estadounidense vive un auténtico Estado Policial, una nación que ha dejado de ser el referente de democracia que, ridículamente, pretende exportar...

En las naciones, geopolíticamente irrelevantes, como el reino de España, los ajustes de cuentas, en el futuro inmediato, estarían a la orden del día y los crímenes, matanzas y asesinatos, serían la nueva puesta en escena que obligaría a la monarquía parlamentaria a retroceder a un tiempo pasado para tomarlo como referencia o punto de partida para establecer la paz de los cementerios y de sus fosas comunes.

Esto es solo un ejemplo “minúsculo” de lo que pasará en la Unión Europea y, por supuesto, la antesala del “desmantelamiento” que Alemania fomenta en Bruselas para liberarse del lastre económico de los miembros sureños y orientales del club europeo. El sueño alemán de asociarse con Rusia y China no será interrumpido por unos Estados Unidos en “caída libre” …

El argumento de Alemania es perfectamente «razonable y lleno de posibilidades» pues la actual “dictadura policial” estadounidense ya no puede defender, frente a Rusia ó China, el concepto de Internet que unas redes sociales, propiedad de oligarcas nazis estadounidenses, han establecido en medio mundo; y que -por otra parte- han esclavizado a los ciudadanos de América.

La mafia de Obama-Clinton, financiada por las redes sociales multimillonarias, ha tomado el control de la política estadounidense destruyendo el concepto de república de los padres de la Constitución americana. Auténticos clanes asesinos proliferan en ANTIFA y en Black Lives Matter ejerciendo violencia, diariamente, en todo el territorio estadounidense. Los nuevos actores del crimen organizado tienen absoluto control bipartidista.

Big Tech, también conocida como Tech Giants, Big Five, o S&P 5, son las poderosas empresas que respaldan a Barack Hussein Obama; a la bruja Hillary Clinton y a los mafiosos pederastas que revolotean en sus fiestas sexuales.

Los oligarcas estadounidenses del stablishment lo dominan absolutamente todo en el terreno político y en lo referente a las finanzas; tanto la prensa (The New York Times- The Washington Post) como los canales televisivos.

Los dueños de las empresas más grandes y dominantes en la industria de tecnología de la información de los Estados Unidos, a saber, Amazon, Apple, Facebook, Google y Microsoft, establecen la censura más férrea como corresponde al aparato policial perfeccionado que se ha adueñado de los Estados Unidos.

Han establecido su «ministerio de la verdad» y son los dueños y señores de una América podrida y decadente que será desmantelada, sin reparo alguno, por oligarcas con inmensas fortunas que ya no reconocen la patria americana, ni nada que se le parezca…

Ante el inmenso poder que poseen, desde finales de la primera década del año 2000, estas cinco han sido, además de Saudi Aramco, Tesla y Tencent, las empresas públicas más valiosas a nivel mundial; y todos y cada uno de sus propietarios son tan inmensamente ricos que no existe nada igual en este mundo.

Estos empresarios están en condiciones y en posición de “dirigir el planeta”, reconducirlo a su conveniencia y a la de sus herederos, preservando y agrandando la inmensa fortuna que cada día se multiplica “por sí sola”…

Cada una de estas empresas ha tenido una capitalización de mercado máxima que oscila entre alrededor de 500 mil millones de dólares y alrededor de 2 billones de dólares en varios momentos.

Barack Hussein Obama ha llegado a especular que:

«ya es imposible vivir en el mundo digital fuera del ecosistema creado por estas empresas, por tanto, es de capital importancia que ningún Gobierno meta la nariz con investigaciones antimonopolio»

O esta perlita mafiosa del tándem Bill Clinton-Kamala Harris:

«El Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos no debería molestar a nuestros brillantes directivos multimillonarios y mucho menos debemos respetar el parecer de la Comisión Europea respecto a nuestras empresas mediáticas y los impuestos que pretenden aplicar»

Estos mafiosos rechazan la crítica de Bruselas al impacto de estas empresas en la privacidad de los ciudadanos, la libertad de expresión, o la censura.

Por supuesto, menosprecian la libertad y la democracia. Son además un sistema de control y una amenaza a la seguridad de Europa. Curiosamente la misma amenaza que señalan los de la Casa Blanca en China…

Rusia, en mi opinión, es el «aliado natural» de Estados Unidos y de la Unión Europea; las razones ya están expuestas en este artículo pero quizás es demasiado pronto para que el Kremlin pueda “elegir a sus amigos para confrontar a China” …

Sin duda, se necesita tiempo para el «Russian Moment» que atormenta a la élite del Kremlin ante el vertiginoso ascenso de China…

En Moscú saben de sobra que China, la superpotencia continental más poderosa de la historia, puede adueñarse, militarmente, del continente euroasiático si lo desea.

El presidente ruso entiende que Washington tiene un grave problema: la élite de Capitol Hill es corrupta, fallida y debe ser reemplazada. Putin sabe que los estadounidenses necesitan, también, su American Moment para resolver su grave problema doméstico.

Joe Biden es solo una marioneta que hundirá a los Estados Unidos, aún más, en el fango. Si Washington decide aislarse una temporada, Moscú seguiría colaborando con China en intereses comunes. En el Kremlin no son idiotas...

En esta situación crítica, los rusos están solos ante el peligro.

Y quizás su actual presidente, Vladímir Putin, es el cerebro estratégico más prodigioso que ha dado Rusia en los últimos cien años.

Alfonso M. Becker © copyright (Todos los derechos reservados)
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