Santo Domingo.- “Teníamos un amigo en común que nos presentó, Milvio de Marchena, quien era compañero de Luis en el Colegio Luis Muñoz Rivera. Ambos vivíamos en la Zona Colonial y en un paseos por el Malecón nos presentaron. Desde entonces nos flechó Cupido”, recordó Mildred Bergés de Sánchez-Noble.
Durante sus años universitarios, don Luis Sánchez Nobles tuvo la oportunidad de partir a Puerto Rico para alejarse del régimen de la época de Trujillo pero no quiso hacerlo solo. Sin dudarlo, se fue acompañado del amor de su vida, doña Mildred. Al llegar allí, se casaron en la Iglesia Sagrado Corazón, en la ciudad de Santurce, en la conocida “Isla del encanto”.
“Poco tiempo después de la muerte de Trujillo regresamos a nuestro querido país y al año siguiente llegó al mundo nuestro primer hijo”, contó.
Los siguientes años fueron de grandes retos para ambos. Doña Mildred regresó a la universidad –donde estudió Secretariado y luego Filosofía y Letras- y en el camino, se embarcó al mundo de los negocios con la fundación de una empresa innovadora para la época junto a su esposo y con amigos asociados.
“Juntos emprendimos un nuevo negocio en la República Dominicana: Empresas Unidas de publicidad objetiva e impresos. Fuimos pioneros en este tipo de actividad en el país”, destacó la empresaria.
Retos en la relación
Tanto doña Mildred como su esposo, aseguran que encontrar el equilibrio entre los diferentes roles que ambos debían cumplir, sumado al deseo de desarrollarse en un nicho de negocio que no tenía presedentes en el mercado, conllevó mucho esfuerzo y solo el apoyo del uno por el otro le ayudó a fortalecer la relación.
“Trabajamos arduamente y siempre en conjunto. Gracias a eso pudimos conformar una hermosa falilia de cuatro hijos varones que educamos en valores y principios, porque si algo tuvimos claro es que la familia es el nucleo principal con que se compone la sociedad”, destacó.
Secretos para mantener la unión
La pareja asegura que el amor que les ha mantenido unidos siempre fue de la mano a sus sueños compartidos y las metas que deseaban construir para el futuro.
“Conformamos un equipo para organizar nuestra vida con proyectos de trabajos compartidos. Sin dudas, nuestros deseos mutuos de superación y el favor de Dios, nos ha fortalecido como pareja”.
Estos enamorados, aseguran que el camino recorrido en las últimas casi seis décadas, no ha sido fácil, pero que con todas las vicisitudes que inevitablemente trae la vida, han sabido enfrentar, "con desvelos y verdadero espíritu de positividad, lo que se les ha presentado en todas las aristas que trae una familia y un matrimonio”.
A las futuras parejas les aconseja aprender que el amor debe ser el protagonista, pues solo así serán capaces de enfrentar los desafios que conlleva la unión de dos seres con diferentes carácteres y propósitos de vida.
“El secreto está mantener la promesa de amor y fidelidad que juraron al casarse. Eso les permitirá vivir con la armonia que debe reinar la relación. Deben siempre tener el respeto mutuo y también una gran tolerancia como seres humanos”, añadió.
Finamente, aseguraron que el amor es el sentimiento más noble que habita en el corazón de todo ser humano e invitaron a descubrirlo y atesorarlo para lograr disfrutar la compañía de la pareja como lo han hecho ellos hasta el día de hoy.