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Alfonso M. Becker
Alfonso M. Becker

Margallo no cabe en sus zapatos...

jueves 16 de octubre de 2014, 15:51h

Por: Alfonso M. Becker

España "compite" en una carrera muy difícil y apretada, mañana jueves 16, por un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU -de los dos disponibles-  para tres aspirantes como Turquía, Nueva Zelanda y  España para el grupo occidental. Lo tiene España tan difícil como comprar un boleto de lotería y creer que mañana serás rico...

Aunque en principio no parece difícil, lo es y bastante porque Turquía quiere ese asiento para "resguardarse" en la toma de graves decisiones inminentes para el conflicto general de Oriente Medio. Las tropas del que es el segundo ejército de la OTAN en importancia, están preparadas para intervenir por tierra en la guerra de Siria no solo contra las mesnadas del "califato"( ISIS ) sino que Turquía va a correr con el serio riesgo de un enfrentamiento directo contra las tropas del dictador Bashar Al-Assad, convirtiéndose como fuerza de vanguardia en la mecha que "incendiaría" el tablero del conflicto desde el Mediterráneo hasta el Golfo Pérsico. Según ha hecho saber Recep Tayyip Erdogán, presidente Turco, su país necesita en estos momentos una "cobertura" política más que militar... Le ha comunicado a Barack Obama, con algún que otro aspaviento, que el que arriesga política, económica y militarmente tanto como Turquía, es más merecedor que nadie de un asiento en el poderoso Consejo de Seguridad de la ONU...

El caso de Nueva Zelanda es otro competidor serio. Un hueso difícil de roer para una España que tiene que lidiar con un aliado estratégico en Asia-Pacífico que, en estos momentos de tensión entre China y los socios occidentales en territorios adyacentes (Japón, Vietnam, Filipinas), hace de los "kiwi" un importante recambio en el orden geoestrátégico para ocupar la silla que debe abandonar Australia el día 1 de enero de 2015. La "humilde" fuerza de España frente al reino de Nueva Zelanda arropado por el antiguo imperio británico y su reina Isabel II de Inglaterra que es la reina de los "kiwi"...

En el contexto general del importante evento electoral, los 193 estados miembros de la Asamblea General de la ONU votarán el jueves para elegir a cinco nuevos miembros candidatos al cuerpo más poderoso de la ONU,  y el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, es prácticamente seguro que se hará dueño de la silla asignada al continente americano ya que no tiene oposición o competencia en América Latina y Caribe...  Barack Obama ha jurado que esta vez no se opondrá presionando  o zancadilleando al megalómano populista de Caracas... Algo raro está tramando el presidente de los Estados Unidos cuando se le están echando encima los firmantes y candidatos de la Alianza del Pacífico que están hasta las narices de la bolivariana Mercosur en la que Evito Morales quiere entrar cuanto antes...

Angola es el único que aspira  a la silla destinada o reservada para África y en el caso de Malasia ocurre los mismo para el asiento reservado a Asia. Esas dos victorias también están prácticamente  aseguradas.

Todo esta situación significa que todos los ojos están puestos en España. Parece que Margallo tiene en el bolsillo a Israel porque el Estado judío no se fía un pelo del aliado turco al que, es evidente, le importan un carajo las continuas salidas de tono contra Israel cuando hace su política doméstica musulmana... Se suele decir en la Casa Blanca, para calmar el cabreo generalizado en Israel contra los turcos, que al presidente Erdogán no le queda otro remedio que aparentar ser más antisemita que Hitler para mantenerse en el poder... Peligroso juego que siempre ha resultado dañino y hasta mortal en política internacional... Así que es de suponer que, además de Israel, Estados Unidos y la mayoría de los países de la Unión Europea, le echen una mano a España. Pero nada está tan claro...

Los diplomáticos de Nueva Zelanda, España y Turquía han viajado por el mundo invitando a diplomáticos de la ONU a visitar sus países. Ya saben ustedes lo que significa invitar... es preparar la cartera y darle de comer a un montón de gente con una auténtica "barra libre" en los mejores sitios para impresionar... La delegación turca, encabezada por su ministro de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, se muestra segura. Saca pecho porque sabe que España es un "enano" en Oriente Medio... Dicen las malas lenguas que el diplomático turco invitó por todo lo alto a sus colegas de la ONU a un exótico restaurante donde las bailarinas turcas movían el pubis en las mismísimas narices de los comensales mientras daban cuenta de auténticos manjares orientales "fusionados" con lo más selecto de la cocina de vanguardia occidental, en un claro o subliminal mensaje de que Turquía debería ser de Europa cuanto antes pues si no... mira lo que te pierdes. Esta semana, la campaña se trasladó a la luz pública con todos los embajadores de la ONU invitados a recepciones separadas, el lunes por la noche, organizada por los ministros de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda y España, y de una recepción por el ministro de Asuntos Exteriores turco para esta noche del miércoles. El veredicto de mañana, los tiene a todos con un ataque de nervios que se nota en el ambiente. Tanto es así que Margallo le puso a los turcos una bandeja de jamón de pata negra, prohibido por su religión,  y se dio prisa en arreglar el entuerto... y cuando los diplomáticos de Ankara preguntaron que qué era aquello, Margallo, con unos reflejos solo superados por Iker Casillas, dijo que era lomo del cantábrico... ¿Lomo de quién? ¿O lomo de qué? De un pez... por supuesto... No va a ser de una bailarina turca...

Jim McLay, embajador de Nueva Zelanda en la ONU, estaba tan optimista que ya se daba "cautelosamente" por ganador... El colega turco en la ONU, Halit Cevik, vacilaba por todo lo alto diciendo que su complejo papel en Oriente Medio le daba un futuro inmediato esperanzador... El Ministro de Relaciones Exteriores,  José Manuel García-Margallo, fue extremadamente educado y declaró en la recepción del lunes que "todas las credenciales eran muy sólidas" pero que las de España no son moco de pavo... Tenemos miles de soldados, policías y guardias civiles repartidos por el mundo, protegiendo, adiestrando o ayudando a la comunidad internacional. Y pasó una bandeja de mortadela de pavo con aceitunas para no cometer otro desliz...

Para ganar, cada país debe obtener el apoyo de dos tercios de todos los miembros presentes de la Asamblea General, o un mínimo de 129 votos si los 193 miembros participan. La votación es secreta. No pueden imaginarse el intenso cabildeo que hay para arrancar un miserable voto... La historia de este tipo de eventos ha demostrado siempre que muchos vendieron la piel del oso antes de cazarlo e hicieron el más solemne y apoteósico ridículo al creerse ganadores por las promesas y las palmaditas en la espalda que le dieron... Quizás, el que más podría haber vacilado de chulo o presumir de "sobrao" era Arabia Saudí, que el año pasado ganó y media hora después rechazó la silla esgrimiendo que no valía para nada porque el "poderoso Consejo" no valía un pimiento y no era capaz de resolver conflicto internacional alguno. Todos se quedaron patidifusos...

Lo cierto es que nuestro Ministro de Exteriores está sudando tinta y la lengua se le ha quedado seca de tanto decirle a sus colegas de la política exterior internacional que los españoles somos gente muy solidaria y nos gastamos una gran cantidad de pasta que ni siquiera tenemos para nosotros mismos con el hambre que pasamos... Nuestro José Manuel García-Margallo, con un presupuesto ligeramente superior al de un mendigo de Harlem, en comparación a sus contrincantes, no pierde la compostura y espera ganar porque ha expresado a los cuatro vientos una verdad indiscutible:  "Mi país presenta un gran espíritu de servicio a la comunidad internacional y una gran participación y tradición en las operaciones de paz. "

Dicen del bueno de Margallo que está que no cabe en sus zapatos... pero no de orgullo y alegría sino porque tiene los pies hinchados de tanto ir de acá para allá explicando que España es un país importante y merece ese reconocimiento. Que la suerte le acompañe
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