Santo Domingo.- Yolanda, histriónica y versátil en el escenario, es una mujer centrada y discreta, que prefiere el contacto constante con la naturaleza lo que le permite siempre tener los pies en la tierra. Como artista se mantiene en constante renovación, y cree que su público le ha dado tantos bellos momentos y un contacto constante, que se mantiene hoy.
“Desde mi primer concierto en este bendecido país a la edad de 12 años en el Chantilly, lo único que he recibido es amor, y tengo que devolver todo ese amor a través de mi voz”. Es tanto su amor por nuestro país, que viene a rendir este homenaje, que es como un recorrido por su propia historia también.
“Este show, más que un show, es una experiencia del corazón. Es un espectáculo que tiene alas propias, pues me ha hecho recordar incluso la historia de mi vida. A través de este concierto voy a expresar el amor puro y divino que siempre será Anthony”.
Las canciones que más le emocionan son tantas que ella prefiere no elegir una, que aunque no son sus letras, ella les dió una historia y profundidad, que le han acompañado toda su vida, por esto en muchos de sus conciertos, la gente empieza a pedir temas y se van sumando, porque son y serán parte de cada ocasión.
“Sigo apostando a la música romántica, es igual que cuando surgieron ritmos como la salsa, que surgieron muchas propuestas para grabar, pero no era mi rumbo. Cada expresión rítmica, es respetable y válida, aunque yo no elija cantarlos, es un asunto de gustos. La música es una constante transformación y evolución”. Cuando habla de RD se le iluminan los ojos, y justo ahora cuando vemos tantos ataques a nuestro país, es gratificante escuchar a esta artista amar tanto nuestra tierra.
“República Dominicana es donde voy a descansar. Si quiero frío voy a Constanza, si quiero playa voy a un sin número de lugares que aún me faltan por conocer… República Dominicana es una extensión de mi Patria. He ido conduciendo yo misma el vehículo a gran parte del país, incluso a San Juan de la Maguana mucho antes de que existieran las carreteras de hoy, y siempre recordaré mis mejores vacaciones de la infancia, que fueron en RD”.
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