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La esencia de la globalización en RD

Por Antonio Sánchez Hernández
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antonioasanchezhgmailcom/16/16/22
http://antoniosanchezhernandez.com/
lunes 07 de enero de 2019, 00:26h
“Ahora casi todos los países del mundo somos capitalistas. Se cayó el comunismo. El capitalismo hace un nuevo planteamiento de inseguridad: globalizarlo todo. Acostumbrado a un adversario, el mundo capitalista no encuentra ahora contra quién luchar. Antes era claro: todos contra el comunismo, Pero ahora: ¿Cual es el enemigo de occidente: la explosión demográfica, el SIDA, la droga, la contaminación, los emigrantes, las plantas nucleares, las nubes radioactivas, el fanatismo étnico, el proteccionismo comercial? Le Monde Diplomatique
La industria mundial declina. La agropecuaria hace tiempo que lo había hecho. El sector terciario, por su parte, logra la supremacía. En este momento que vive el mundo, con un mercantilismo generalizado, todas las actividades sociales y todos los aspectos de la vida humana dependen de una globalización mundial con predominio de los servicios.

La globalización de las esferas monetarias y financieras del nuevo capitalismo triunfante, basado en el libre mercado, sin ningún contrapeso alternativo creíble, le da carácter de veracidad al mero crecimiento económico, como nuevo fundamento del bienestar, creando un nuevo reino: el paraíso del sector terciario de la economía, bajo el comando de las multinacionales. La economía mundial, ya no tiene como objetivo central crear fuentes de trabajo, sino crear el máximo de riquezas, con la dotación mínima de recursos naturales, capital y trabajo.

“En los países industrializados, un hombre asalariado de veinte años, tenía en 1946, una perspectiva de trabajo de una tercera parte de su vida total; en 1975 de una cuarta parte de su vida laboral, y en el 1996, menos de un veinte por ciento”, debido al desarrollo tecnológico, y sobre todo en el 2018, donde existe ya en el mundo un desempleo abierto de 300 millones de personas, con una población total de 7,5 billones de habitantes. Es decir. Que existen en el mundo 300 millones de habitantes sobrantes, sanos, en edad laboral, que no consiguen trabajo aunque lo busquen en el mercado. Es la llamada población mundial Ni-Ni. Ni trabaja ni estudia, y es la base natural de la delincuencia internacional y nacional.

Otros aspectos esenciales del desarrollo por sector.

En efecto, en Estados Unidos, el peso del sector terciario (servicios) en el empleo pasa del 17% en 1850 al 77% en 1992. En el Producto Bruto Interno, el sector de servicios llega al 70% en 1991. En la Comunidad Económica Europea, el sector de servicios pasa del 24% en 1870 al 64% en 1987. Ahora todo es posible y nada es cierto.

La industria mundial declina y ocupa por vez primera un segundo rango en importancia, superado por la economía de servicios. En Bélgica la industria pasa de un 47% en 1950 a un 28% en 1987. En Inglaterra la industria baja de un 47% en 1950 a un 30% en 1987.

En el mundo actual, desde el punto de vista del ingreso por habitante, mil millones de personas sobreviven con un dólar por día. Dos mil millones de personas no tienen acceso al agua potable. Y tres millones de personas mueren anualmente por desnutrición crónica. Es la parte sombría del libre mercado capitalista.

Del siglo XIV al siglo XVI se creó el comercio mundial. Del siglo XVII al siglo XVIII se creó el capitalismo manufacturero. El capitalismo industrial se crearía en los siglos XIX y XX. El siglo XXI será testigo, de un capitalismo basado en los servicios: Eso es lo que llamamos hoy globalización de la economía. Es la parte más potable del sistema capitalista desarrollado.

Ello significa una economía mundial de mercado, donde la tecnología, la investigación, la ciencia, se basarán en una división del trabajo nunca vista, que transformará los valores, las estructuras sociales, las conductas y los comportamientos humanos, en función de cuatro grandes polos mundiales: Estados Unidos, China, Europa y Japón.

Las sociedades serán reguladas en tanto que auxiliares del mercado. En lugar de que la economía forme parte de las relaciones sociales, estas últimas están proyectadas a ser gerenciadas por la economía, la cual será la fuente y la matriz del nuevo sistema de servicios, de acuerdo a la mano invisible del mercado y de las manos bien visibles de las multinacionales: 37 mil sociedades transnacionales, con 170 mil filiales en el mundo, dominan y regulan actualmente la economía mundial.

Una economía de servicios pujante, en medio de una distribución mundial del ingreso tan desigual, desde ya nos permite visualizar el conjunto del proyecto de globalización: en este momento, el 20% de la población más pobre del mundo dispone apenas del 1% del ingreso mundial, mientras el 20% de la población más rica, tanto en países ricos como pobres, dispone del 79% del ingreso mundial. O sea: el 40% de la población mundial genera el 80% de la riqueza.

El resto de la población mundial (60%) está formada por los países de desarrollo medio, de clases medias, que generan el 20% del ingreso mundial: son las llamadas clases medias del mundo. Ahí está situada la República Dominicana, en lo fundamental.

A nivel mundial, las clases medias se dividen en clases medias altas, clase medias-medias y clases medias bajas. Estas últimas, las clases medias bajas son mayoritarias (70%), la clase medias-medias es de un 20% y la clase media alta es de un 10%.

Brechas entre países ricos y países pobres.

Mal comienzo, sin dudas. Porque como se sabe, la brecha entre países pobres y países ricos, en los últimos treinta años, se ha ampliado ya en cinco veces. Y en los propios países ricos, el desarrollo tecnológico, ha sacado de las industrias al paro forzoso a 30 millones de personas.

¿Qué debe o puede hacer la República Dominicana?

Moverse, en primer lugar, unitariamente, con el grueso de sus energías productivas: Intentar pasar de un país de pocos capitales a un país de muchos capitales, de manera que el turismo, la educación, la energía, la agropecuaria, la industria, la salud, el empleo, la industria de la construcción, las zonas francas, las telecomunicaciones, se vigoricen en base a una ley de inversión extranjera, donde el monopolio y el oligopolio desaparezcan. Debemos atraer capitales inmensos y así:

Impulsar mucho más los cinco motores de la economía dominicana a partir de 1980-2018, que fueron los siguientes: el turismo, las zonas francas, las remesas, las industrias de la construcción y las telecomunicaciones. En base a estos cinco motores internos se debe contemplar un cambio paulatino del modelo económico. Tarde o temprano el modelo de alto crecimiento económico en el futuro cercano, debe contemplar un menor endeudamiento externo y un mayor ahorro interno por parte del mundo productivo y de servicios locales en R.D.

Contar con un Estado visionario con mucho ahorro interno, destinado a la inversión reproductiva y que disminuya paulatinamente el endeudamiento externo. El alto crecimiento económico del país se ha fundamentado básicamente en los préstamos internacionales. En coger prestado. Este modelo tiene que comenzar a cambiar poco a poco y basarse en el ahorro interno cada vez más. Y en base a un elevado ahorro interno, con el ahorro nacional:

Pasar con un método racional, planificado, calculado matemáticamente, de un país de pocos empleos a un país de muchos empleos: en la industria, en la agropecuaria y en los servicios. Planificar el empleo buscando mayoría absoluta del empleo formal con buenos salarios.

Administrar bien los recursos naturales, reforestando todas las cuencas hidrográficas, particularmente las cuencas medias y altas, donde nacen todos nuestros ríos,(136 en total) para producir agua abundante tanto para nuestras ciudades como para nuestros campos. En el futuro cercano el agua será un bien escaso en R.D., si ya no lo es.

Asimilar al máximo la tecnología y abrir un programa de desarrollo tecnológico, con ayuda internacional, que nos integre a las ocho industrias líderes del mercado mundial: la microelectrónica, la biotecnología, la aviación civil, la industria de materiales nuevos, las telecomunicaciones, los robots más las máquinas herramientas, las computadores más el software y el turismo, desarrollando la investigación multidisciplinaria en nuestras 40 universidades e institutos a nivel superior: globalizar las ciencias en nuestras universidades e institutos.

Crear un plan nacional de desarrollo, de largo plazo, (20-30 años) donde cada una de las 32 provincias, logre su bienestar en base a polos de desarrollo provinciales, incorporando a las universidades locales en las provincias: en la industria, en la agropecuaria, en los servicios.

Separar por fin los tres poderes del Estado e independizarlos. E integrarnos a los bloques económicos mundiales, para convertirnos en un país con real vocación exportadora, del primer mundo.

Finalmente, limitar la voracidad, la corrupción y la impunidad del sistema de partidos políticos, actuales amasadores de fortunas gigantescas, incalculables, tanto a nivel mundial y como a nivel local. ¿Es posible tanta belleza? Respuesta: se baja el telón. Sea usted el jurado.


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