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Polos de desarrollo provinciales

Por Antonio Sánchez Hernández
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antonioasanchezhgmailcom/16/16/22
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viernes 14 de diciembre de 2018, 17:11h
Nuestro país precisa de planes de desarrollo provinciales y ello así porque no existen dos provincias iguales, con las mismas características económicas o territoriales. Existe un viejo método de organización provincial que puede aplicarse en cada una de nuestras 32 provincias: crear polos de desarrollo.
Este concepto fue desarrollado por tres premios nobel de economía: Francois Perroux, un francés. John Timbergern, un holandés. John Friedman, un anglo-norteamericano, en la década de 1970-1980 y lamentablemente nunca se aplicó en nuestro país como rigurosa política de Estado, porque entonces estábamos en R.D. en plena guerra fría, inventando todavía castillos en el aire, guerreando como "patriotas", hasta que se cayó el muro de Berlín y se terminó el período de la guerra fría.

Y comenzamos a crear polos de desarrollo, de forma espontánea, que es la forma ingenua del desarrollo, en el sector terciario, básicamente en el turismo.

Primero fue la provincia de Santiago. Hombres ilustres, educados, con visión de futuro, comenzaron el proyecto de desarrollo provincial de Santiago, hace ya 40 años. Crearon riqueza por diversas vías: aparecieron primero las zonas francas, y se industrializó el tabaco. Se formaron los recursos humanos, a través de la Universidad Madre y Maestra para el Cibao Central. Se crearon los cimientos de una industria de la construcción y se construyó un moderno aeropuerto internacional.

La segunda provincia fue Salcedo, donde se acumuló una preciada integración comunitaria y una labor ligada a la agropecuaria.

Le siguió La Romana, que construyó aeropuertos, desarrolló la ganadería, el turismo, las zonas francas, y se convirtió en una provincia próspera y la de mayor empleo en todo el país.

Ahora le toca otra vez el turno a Puerto Plata, provincia pionera del turismo. La noticia se reseña con optimismo en el periódico Hoy:" una generación de empresarios y dirigentes comunitarios puertoplateños concentra esfuerzos en lograr un plan de desarrollo que oriente los procesos económicos y estructurales hacia el progreso: Objetivo: un plan que nos lleve a trabajar a todos en una misma dirección: el desarrollo.

La idea del desarrollo ya está en la cabeza de otras provincias: San Pedro de Macorís, San Cristóbal, Samaná. Y la lista sigue creciendo.

Lo espontáneo se torna ahora planificación real. Esta actitud positiva y optimista ante el desarrollo, me permite reflexionar sobre este tema. Me permito sugerir a los líderes de nuestras provincias, que existe una metodología para el desarrollo provincial, creada por tres premios nóbeles de economía.

Para crear polos de desarrollo provinciales, se precisa detectar en cada provincia cuales son las industrias principales. Por industrias principales se entienden aquellas industrias, cuyo crecimiento o expansión es más rápida que las demás industrias de la provincia. Esta expansión se fundamenta en los siguientes criterios: 1) que la industria utilice materia prima abundante de la provincia, que se genere un valor agregado; 2) que genere más empleos que las demás industrias. 3) Que genere un ingreso por habitante superior al crecimiento de la población de la provincia. 4) Que sea capaz de transformarse en una industria de exportación. 5) Que se rentable.

Una vez se detectan las industrias principales en cada provincia, ellas serían la matriz de donde surgiría una industria de deriva- dos, que es lo que se llama un complejo industrial. El complejo industrial se define como "la agrupación de industrias derivadas en torno a la industria principal". Ejemplo: azúcar y derivados, coco y derivados, ganadería y derivados, foresta y derivados, tabaco y derivados, minas y derivados, turismo y derivados, zona franca y derivados, materiales de construcción y derivados, cacao y derivados, café y derivados, etc.

Una vez se construye el complejo industrial y se dota de servicios básicos a las industrias derivadas, estaríamos en presencia del polo de desarrollo provincial: el polo de desarrollo no es más que el complejo industrial más los servicios de educación, salud, transporte, vivienda, turismo, bancos y servicios municipales. Es un inteligente ejercicio de planificación provincial. Cada provincia puede pensar cómo industrializarse, procesando materia prima agropecuaria, minera, industrial o de servicios.

Los polos de desarrollo pueden ser tanto de bienes como de servicios. Esta idea parte del hecho de que el hombre es un ser biológico, económico, político y cultural, de manera simultánea, como lo destaca el reputado cientista social argentino Mario Bunge. Y con polos de desarrollo en cada provincia, sería mucho más metódico y mucho más creativo.

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