La reacción de la organización es motivada por un
violento embargo asalto, iniciado violentamente contra un establecimiento con
alta ocupación de turistas internacionales, que no pudo consumarse por la
intervención de oficiales del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística
(adscrito al Ministerio de las Fuerzas Armadas), que tuvo el apoyo de la Policía
y de la fiscalía de San Pedro de Macorís.
"Los embargo asaltos
son un tema recurrente, y son posibles porque se adulteran los procedimientos en
los procesos judiciales, porque funcionarios de la justicia y miembros de la
Policía se prestan para estas acciones que son realizadas con violencia y
constituyen una peligrosa amenaza para la imagen del país y el turismo", dice
una declaración de Asonahores.
Dice que ha
denunciado esta situación con anterioridad preocupada por el efecto que estas
acciones violentas pueden tener en el flujo de visitantes y en el daño que
puede provocar al país como destino de inversión, porque si se quieren
desarrollar nuevas zonas turísticas y aumentar el número de visitantes, hace
falta la inversión externa.
"Asonahores no desconoce la potestad de los trabajadores
a acudir ante un juez si entiende que sus derechos han sido vulnerados, pero es
necesario erradicar la adulteración de los procesos en que se sustentan los embargo
asaltos, porque estamos jugando con fuego; y el día en que ocurra un hecho
lamentable a un turistas en uno de estos episodios, lo vamos a lamentar, porque
este tipo de ataques a los establecimientos.
El presidente de la cadena hotelera española Bahía Príncipe
pidió al presidente Danilo Medina, intervenir para que no se repitan acciones como
el embargo-asalto que afectó a un establecimiento de la empresa en el complejo
turístico Nueva Romana en la que hombres armados con machetes y armas de fuego
penetraron violentamente a la propiedad y aterrorizaron a los turistas.
Pablo Piñero plantea en una carta enviada al mandatario que
no quiere "si quiera imaginar por un momento", que alguno de estos atacantes "dispare
a un turista y cause alguna muerte, cosa que puede pasar muy fácilmente", y
afirma que los "daños serían incalculables".
Relata que "un grupo formado por unas 150 personas montadas
en camiones, armados con machetes y pistolas, irrumpieron de forma violenta en
el Hotel Grand Bahía Príncipe La Romana, rompiendo la valla de seguridad de la
entrada del complejo y llegando hasta el lobby, con el consiguiente alboroto y
pánico entre los clientes que presenciaron los hechos".