Santo Domingo.- Es una
iniciativa de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y
Dietética (FESNAD), en colaboración con otras instituciones y con el apoyo de
la industria farmacéutica y alimentaria.
La
nutrición en el ser humano debe ser armónica, suficiente y balanceada. Las
personas por la “prisa con que quizás se vive hoy en día, no prestan
mucha atención a nutrirse correctamente y piensan que con solo comer es
suficiente. Pero hay una gran diferencia entre nutrición y alimentarse.
Alimentos
funcionales, son aquellos alimentos que contienen algún
nutriente o sustancia que, además de alimentarnos, presenta un efecto
beneficioso para la salud.
Un
alimento puede considerarse funcional cuando cumple una serie de requisitos
establecidos por consenso por la Unión Europea:
No es
un comprimido, ni una cápsula, ni ninguna otra forma de suplemento alimenticio.
Deben consumirse como parte de un régimen normal: deben demostrar sus efectos
en las cantidades que normalmente se consumen en la dieta. La demostración de
sus efectos debe satisfacer las exigencias de la comunidad científica
Deben
producir efectos beneficiosos sobre las funciones orgánicas, además de sus
efectos nutricionales intrínsecos: los cuales sean apropiados para mejorar la
salud y el bienestar, reducir el riesgo de enfermedad (no prevenir) o ambas
cosas. Podrían no ser necesariamente beneficiosos para todos los integrantes de
la población.
Beneficios
que proporcionan para la salud, modifican y equilibran la microflora del
colon, crean inmunidad a ciertos agentes patógenos y regulan el tránsito
intestinal. Contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades en el sistema
cardiovascular. Mejoran la resistencia a la insulina, proporcionan un
rendimiento óptimo de la actividad física y mantienen el peso y la grasa.
Están
implicados en el control de la toxicidad provocada por los contaminantes
químicos presentes en los alimentos. Están recomendados para las mujeres
embarazadas porque ayudan al desarrollo del feto y a su crecimiento en los
primeros años de vida. Están vinculados al estado de ánimo ya que regulan el
estrés emocional y reducen el apetito mediante la sensación de saciedad.
Fuente:
portal Salud y Nutrición