La mujer, líder del siglo XXI

Como mujer me siento muy orgullosa de los adelantos que hemos tenido en el desarrollo de la sociedad. Estamos construyendo el presente y el futuro. Reconocemos y valoramos nuestra inteligencia y liderazgo para incidir en los cambios. Luchamos para que las nuevas generaciones tengan una mejor calidad de vida.

El siglo XXI fue declarado por la ONU como el siglo de la mujer. Hemos ganado en libertad, independencia económica, estudios y respeto profesional. Pero el precio a pagar es alto: nos quejamos de falta de tiempo y estrés, y la presión social. Nos exigimos mucho y queremos llegar a la perfección, esto nos estresa y nos angustia. Las mujeres de este siglo queremos hacerlo todo, al mismo tiempo y bien hecho. Entonces, sucede que mientras eso ocurre, no disfrutamos del proceso y nos auto-exigimos de tal manera que nos llegamos a olvidar de nosotras mismas.

A pesar de todos los adelantos que hemos tenido, en algunos países las mujeres aún enfrentan un entorno de desigualdad en materia de trabajo, salud, empleo, hogar y derechos, por mencionar sólo algunos aspectos. Mujeres que en diversas partes del mundo luchan por la igualdad entre los sexos y debaten sobre cómo debe ser una sociedad igualitaria. La desigualdad de género se manifiesta de muchas maneras: desde la brecha salarial en nuestro país, hasta la ausencia de iguales derechos para las mujeres en algunas sociedades, pasando por el sexismo en el lenguaje en muchos idiomas europeos o el reparto desigual de las pesadas tareas domésticas en todo el planeta.

Nuestras madres no tuvieron tanto donde elegir. En la actualidad, la mujer se ha emancipado del rol tradicional que mantuvo durante generaciones, y su participación laboral en todos los aspectos de la vida económica ya son más comunes; no se puede hablar de un tipo de mujer sedentaria, sino que se habla de una generación nueva de mujeres activas y autónomas. “Una mujer con imaginación que no sólo sabe proyectar la vida de una familia, la de una sociedad, sino también el futuro de un milenio"
La mujer de este siglo se enfrenta a realidades muy diversas según la cultura, zona geográfica o situación social en la que se encuentre. El nivel de responsabilidad que se exige a la mujer es muy superior al que se exige al hombre. Por otro lado, somos madres 24/7; hemos ido encontrando un equilibrio sin perder nuestra propia feminidad y fecundidad, con la nueva vida, con los seres queridos y en sociedad, así como en el área laboral o profesional.

Esta es una nueva era, la era de la mujer que prospera. Cada día rompemos más barreras de roles y nos permitimos pensar independientemente acerca de quiénes somos y qué significa para nosotras el éxito. La mujer del siglo XXI es una mujer libre y visionaria, en la búsqueda de reivindicación y empoderamiento femenino. Elegimos qué estudiar, si vivimos solas o en pareja, si tenemos hijos o no, entre otros miles de decisiones que hace un siglo atrás no era posible. Mujer integral, capaz de gestionar diversos problemas, desplegando una capacidad inédita de estar en varios lugares al mismo tiempo. Casa, hijos, marido, padres, trabajo, escuela, actividades extracurriculares, etc. Somos mujeres emprendedoras sabemos proyectar la vida de una familia, la de una sociedad y la del futuro.

Es preciso hacer una pequeña pausa en nuestro diario vivir; reflexionar quiénes somos y lo que queremos ser, y visualizar lo que tenemos para lograrlo. Mi pregunta es: ¿Estamos trabajando para lograr la congruencia entre lo que somos y lo que parecemos?, ¿Trabajamos para construir el futuro que queremos? Les exhorto a que nunca dejen de soñar, eliminen esas ideas y pensamientos de sentirse inútiles, ámense, confíen en su potencial. No podemos dejar que las percepciones limitadas de los demás terminen definiéndonos. Recuerden siempre que tengan la edad que tengan, una mujer no envejece cuando se le arruga la piel, sino cuando se le arrugan los sueños y las esperanzas. ¡Felicidades en el mes de la mujer!