Santo Domingo.- El Barómetro del Mercado de
Trabajo revela que a pesar del aumento significativo del empleo femenino que se
ha verificado en las últimas décadas, en República Dominicana persisten las
desventajas de las mujeres en el mercado laboral en términos de oportunidades
de empleo.
El estudio, basado en la Encuesta de Fuerza de Trabajo del Banco
Central, establece que la tasa de ocupación femenina es apenas el 57% de la
proporción de hombres en edad productiva con empleo (39.9% versus 69.9%), una
diferencia de 30 puntos porcentuales a favor de los hombres, brecha ligeramente
mayor que la desigualdad por género en la participación, lo que indica que las
dificultades de las mujeres en el mercado laboral son aún mayores cuando se
trata de la obtención un empleo.
Una síntesis del primer informe de monitoreo y evaluación periódicos del
mercado de trabajo realizado por el Instituto de Estudios Interdisciplinarios y
Estadísticas para el Desarrollo (IDDE) y el Instituto de Investigación
Socioeconómica (INISE) de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), muestra.
Enormes brechas de ingresos, poca generación de empleos,
alta informalidad y bajos salarios son algunos de los resultados del primer
Barómetro del Mercado de Trabajo.
De acuerdo con el estudio, las enormes brechas de ingresos, baja
capacidad de generación de empleos, alto desempleo, alta informalidad y bajos
salarios, constituyen un círculo vicioso que se traduce en una muy desigual
distribución funcional de los ingresos nacionales generados en el mercado
laboral, con una muy baja participación de las remuneraciones de los
trabajadores.
El informe destaca que pese al reconocido y bien documentado éxito en el
crecimiento económico de la República Dominicana de las últimas cuatro décadas,
los enormes rezagos del mercado laboral dominicano, dibujan un panorama poco
halagüeño con vista a los retos presentes y futuros que debe enfrentar la
economía y sociedad dominicana.
La desigual distribución de los frutos de ese crecimiento, como
resultado de una brecha creciente y persistente entre el incremento de la
productividad del trabajo y el de los ingresos laborales, sigue planteando un
serio problema de inequidad, que determina la baja elasticidad de la pobreza
con respecto al crecimiento económico.
Desde la perspectiva de la demanda de trabajo, además de la insuficiente
capacidad de generación de empleos, la baja calidad de la mayoría de los
empleos creados constituyen determinantes estructurales de la economía de
República Dominicana que han imposibilitado los necesarios círculos virtuosos
entre el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la expansión de
los estratos de medianos ingresos que se correspondan con la clasificación de
país de ingresos medios altos.
Estas son algunas de las conclusiones que plantea el Barómetro del
Mercado de Trabajo, realizado por los investigadores y académicos de la UASD,
Julio Cesar Mejía Santana, doctor en Demografía, y Antonio Ciriaco Cruz, doctor
en economía.
Los resultados del Barómetro plantean la necesidad de ponderar
debidamente de manera especial en el debate actual sobre las propuestas de
modificaciones al Código de Trabajo y en las decisiones finales que tomarán los
legisladores dominicanos y el Poder Ejecutivo la asintonía entre los niveles y
crecimiento de la productividad y los bajos niveles, así como las tendencias
regresivas de los ingresos laborales, la persistencia del alto desempleo, la
baja protección social y la elevada informalidad de la fuerza laboral
dominicana.
Principales
hallazgos: El salario, productividad y salarios, desigualdad
de ingresos, las desigualdades en el empleo por género, el empleo por edad, la
informalidad laboral, creación de empleos.