La presidenta argentina regresa al bastión peronista en una demostración de su fuerza

(EFE).- La presidenta argentina, Cristina Fernández, regresó hoy a la periferia de Buenos Aires tras cuatro meses de ausencia en el cinturón de la capital para darse un baño de masas en un territorio electoral clave y dominado por líderes peronistas a los que busca retener como aliados.

Para su vuelta a los grandes actos en el cinturón urbano que rodea a la capital, Fernández eligió la localidad de Florencio Varela, distrito gobernado por el kirchnerismo, donde la mandataria inauguró un polideportivo escoltada por decenas de jóvenes y con un público de organizaciones sociales que la vitoreaban agitando banderas.

En su discurso, trasmitido por cadena nacional, la presidenta no realizó anuncios, pero sí aprovechó para resaltar el nuevo plan de ayudas sociales a jóvenes estudiantes y retomar el tema de la inflación.

"Les pedimos a los formadores de precios que no maten a la gallina de los huevos de oro", dijo Fernández, quien llamó a los comerciantes a no aprovecharse y a cuidar a los consumidores.

En otro tramo de su discurso -en el que además de tratar temas domésticos aprovechó para reiterar su solidaridad con el Gobierno venezolano-, Fernández ponderó el rol del Estado en la obra pública, enfatizando los "progresos" en el propio distrito de Florencio Varela gracias a la inversión pública.

Este énfasis no es gratuito, ya que muchos municipios y provincias, incluso los gobernados por el kirchnerismo, se ven obligados a recortar sus presupuestos acorralados por problemas fiscales.

Con este acto, Cristina Fernández también da una señal de apoyo a los alcaldes que permanecen fieles a su proyecto tras la derrota del oficialismo en los comicios legislativos del año pasado y los sobresaltos que vive la economía argentina, después de la devaluación de enero y el salto de la inflación.

El último acto que celebró Fernández en el conurbano bonaerense fue en la localidad de La Matanza el pasado 4 de octubre, en plena campaña para los comicios legislativos.

Pocos días después, la mandataria fue operada para extraerle un coágulo craneal y estuvo casi cuarenta días en reposo, período durante el cual se celebraron las elecciones legislativas en las que el oficialismo resultó derrotado en los principales distritos del país. Tras su regreso a la actividad, Fernández rebajó notablemente su ritmo de apariciones públicas, con un puñado de actos en la sede del Ejecutivo y uno, el pasado domingo, en la sureña provincia argentina de Santa Cruz.

La larga convalecencia de la presidenta, su menor exposición pública y las recientes tensiones económicas configuran un escenario puertas adentro del oficialismo donde algunos alcaldes han comenzado a reclamar una conducción más contundente a la mandataria ante el temor de desplazamientos de poderosos "caciques" peronistas hacia la vereda opositora.

Estos temores se confirman con el pase del alcalde de la localidad bonaerense de Merlo, Raúl Othacehé, a las filas del Frente Renovador, que conduce el diputado Sergio Massa, exjefe de Gabinete de Fernández, hoy uno de los referentes de la oposición y con aspiraciones para las presidenciales de 2015.