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El mosquito Anófeles
El mosquito Anófeles

El Control del Mosquito: Su historia (2da parte)

Por Antonio Alfau Ascuasiati
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acalfauyahooes/7/7/13
lunes 30 de mayo de 2016, 18:15h

En Cuba

En el año 1900, habiendo resultado infructuosos los estudios, el entonces regente de Cuba, general Leonard Wood, solicitó a la comisión que probara la “teoría de Finlay”, quien para ese entonces había seguido estudiando y tenía ya 104 casos probados.
El 1ro de agosto de ese año, el Dr. Finlay entregó a la comisión, no solo el estudio de hacía veinte años, sino también huevos del mosquito Aedes y los expedientes de los 104 experimentos que ya llevaba realizados. Les explicó cómo realizarlos cuidadosamente. Comenzaron su trabajo el día 11 de agosto, pero sin creer en los postulados de Finlay.

El Dr. Reed se ausentó a un congreso sanitario en Indianápolis. El Dr. Carroll y el soldado William D. Sean, se dejaron picar en broma por mosquitos infectados. Ambos enfermaron con síntomas de fiebre amarilla y ambos sobrevivieron.

El 13 de septiembre el Dr. Lazear, de 34 años, aplicaba mosquitos a voluntarios, cuando uno de los insectos infectados se le escapó y se posó en su mano. Se dejó picar; murió de fiebre amarilla el día 25.

El Dr. Reed, quien ya llevaba un mes fuera de Cuba sin ocuparse de la investigación, fue cablegrafiado: la "teoría" del Dr. Finlay había quedado demostrada. Curiosamente, ciertos círculos científicos atribuyen al Dr. Reed, el mérito del descubrimiento realizado por el Dr. Finlay.

Gral. W. Crawford Gorgas

Paralelamente, el Dr. William Crawford Gorgas (1854-1920) médico militar norteamericano, honesto y de recio carácter, había llevado a cabo en Santiago de Cuba una gran labor de saneamiento pero no había podido aun erradicar la fiebre amarilla; tenía el cargo de Jefe Superior de Sanidad en La Habana desde diciembre de 1898. Tampoco creía en la teoría de Finlay.

A pesar de haber limpiado y saneado La Habana, los casos de fiebre amarilla entre los soldados de la ocupación aumentaban en lugar de disminuir.

En su afán, solicitó colaboración al Dr. Finlay a fin de que le ayudara a conseguir médicos cubanos familiarizados con la fiebre amarilla.

Así se estableció la Comisión Cubana de la Fiebre Amarilla, la cual incluía a Finlay y quien no podía convencer a Gorgas de aplicar sus preceptos: guerra al mosquito y aislamiento de los enfermos.

Cuando Gorgas decidió probar los planteamientos de Finlay, la fiebre amarilla desapareció de la Habana en sólo 7 meses.

En 1902, Cuba obtiene su independencia, aunque bajo el protectorado de E.U. El Dr. Finlay es nombrado jefe de sanidad de la Isla, cargo que desempeña hasta 1909 cuando se retira. En 1905, la isla de Cuba fue declarada libre de fiebre amarilla.

En Panamá

Por otra parte, la construcción del Canal de Panamá, iniciada por los franceses en 1880, estaba detenida desde 1890; había fracasado debido, básicamente, a la manifestación de dos enfermedades tropicales: la malaria y a la fiebre amarilla, las cuales causaron alrededor de 20,000 bajas entre la población obrera. La zona escogida para la realización del proyecto era pantanosa y húmeda; en ella se verificaban las condiciones ideales para la multiplicación del mosquito. Los americanos sabían que para poder concluir dicha empresa, era imperioso el control de esas enfermedades.

El reinicio de la construcción del canal se efectúa en mayo del 1904; el 20 de junio de 1904, Gorgas arriba a Panamá como encargado de sanidad de la Zona del Canal, ya bajo el dominio estadounidense.

Aplicó allí los mismos principios indicados por Finlay. Su operativo en las ciudades de Panamá y Colón incluyó la colocación de mallas (escrines) en puertas y ventanas, implantó potabilizadores de agua, con lo que eliminó la necesidad del almacenamiento doméstico del líquido, que pudiera servir como criadero del mosquito.

Igualmente, se dio inicio al alcantarillado de ambas ciudades, así como a la pavimentación de las calles. Como resultado de todas estas medidas, la Fiebre Amarilla fue erradicada del Istmo. El 11 de noviembre de 1905 se reportó el último caso en la ciudad de Panamá.

La malaria, por su parte, continuaba causando estragos. Durante 1905, el primer año de labores por parte de Estados Unidos, casi toda la fuerza laboral norteamericana, incluido Gorgas, contrajo la malaria. Hacia el 1898, el médico y entomólogo escocés Ronald Ross había identificado al mosquito anofeles como el transmisor de la malaria; este descubrimiento le valió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1902.

Una vez más, Gorgas recurrió a lo aprendido en Cuba con Finlay, a sabiendas que el mosquito anófeles no puede volar muy lejos sin posarse sobre algún tipo de vegetación, se limpiaron áreas de 200 yardas de ancho alrededor de los lugares donde vivía y trabajaba la gente. Se drenaron extensas áreas de pantanos, se abrieron aproximadamente mil millas de zanjas de tierra y otras 300 de concreto, se colocaron piedras a lo largo de las cunetas y cavaron casi 200 millas de drenajes con losa, se cortaron cientos de tareas de vegetación y miles de galones de aceite fueron vertidos en las aguas estancadas.

Esporádicamente, se aplicaron unos 200 barriles de herbicida, una mezcla de ácido carbólico, resina y soda cáustica alrededor de los bordes de lagunas y corrientes de agua para evitar que la vegetación obstruyera la libre distribución del aceite vertido para bloquear las larvas.

Para finales de 1906, Gorgas y su equipo médico habían controlado y reducido a su mínima expresión los brotes de Malaria y Fiebre Amarilla. La apertura del Canal se realizó en 1914.

Durante la construcción del Canal de Panamá se verifica un ejemplo de control integral de una plaga, donde se combinó un amplio programa de control de las condiciones que favorecían la reproducción del mosquito (control cultural), con la utilización de productos que bloqueaban mecánicamente su ciclo reproductivo.

Gorgas nada tuvo que ver con el descubrimiento del papel del mosquito como agente transmisor de la fiebre amarilla y el paludismo, pero tiene el mérito de haber aplicado en la práctica los mecanismos necesarios para controlar esas enfermedades.

Debe apuntarse que en los tiempos de Gorgas, no se había desarrollado aun el uso de insecticidas; no sería hasta el 1939 cuando se descubre el efecto insecticida del DDT, cuando el mosquito adulto es atacado con éxito en extensas campañas de salud pública. A partir del DDT, la acción del control es dirigida hacia el insecto adulto, no como correspondió a Gorgas hacerlo, contra las condiciones que favorecían su multiplicación.

El Control del Mosquito: Su historia (1ra parte)

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