www.diariohispaniola.com
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, firma su discurso anual sobre el Estado de la Unión ante el Congreso ayer, martes 28 de enero de 2014, en Washington (EE.UU.).
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, firma su discurso anual sobre el Estado de la Unión ante el Congreso ayer, martes 28 de enero de 2014, en Washington (EE.UU.).

Obama aboga por un año "decisivo" con mejores salarios y reforma migratoria

Por Servicios de Gizmodo.es
miércoles 29 de enero de 2014, 16:22h

"Estados Unidos no se detiene. Y yo tampoco lo haré", afirmó Obama en el Capitolio, donde adelantó que "está ansioso" por trabajar con el Congreso, pero que también tomará medidas ejecutivas siempre que pueda "para ampliar las oportunidades para más familias estadounidenses".

(EFEUSA).- El presidente Barack Obama abogó hoy en su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso por lograr que 2014 sea un año "decisivo" para el país, con mejores salarios para que "todos" los estadounidenses se beneficien de la recuperación y la aprobación de la reforma migratoria.

"Estados Unidos no se detiene. Y yo tampoco lo haré", afirmó Obama en el Capitolio, donde adelantó que "está ansioso" por trabajar con el Congreso, pero que también tomará medidas ejecutivas siempre que pueda "para ampliar las oportunidades para más familias estadounidenses".

El presidente enfatizó que 2014 "puede ser un año decisivo" para el país, ya que "por primera vez en más de una década" es el lugar "número uno del mundo" para invertir, por delante de China.

Incluso en un momento de recuperación económica, "demasiados estadounidenses están trabajando más que nunca solo para sobrevivir y salir adelante", lamentó Obama. "Los salarios promedio apenas se han movido, la desigualdad se ha profundizado y la movilidad ascendente se ha estancado", advirtió.

Por ello, tal como había adelantado la Casa Blanca en los últimos días, Obama anunció una serie de decretos, aunque de alcance bastante limitado, para que 2014 sea "un año de acción", y a la vez volvió a pedir el apoyo del Congreso para sacar adelante los principales retos de su agenda, entre ellos la reforma migratoria.

El presidente detalló que elevará por decreto, a 10,10 dólares la hora, el salario mínimo de algunos trabajadores federales, pero para aumentar el de todos los trabajadores, actualmente en 7,25 dólares la hora, necesita que el Congreso actúe al respecto.

Entre el resto de medidas que presentó y no necesitan el visto bueno del Congreso destacan un acuerdo con grandes compañías del país para que promuevan la contratación de personas que llevan mucho tiempo fuera del mercado laboral y un plan para conectar "con la mejor tecnología" a 20 millones de estudiantes de 15.000 escuelas.

También la puesta en marcha de un programa para ayudar a los estadounidenses a ahorrar para la jubilación, la creación de cuatro nuevos institutos de innovación manufacturera durante este año e incentivos para que camiones de capacidad mediana y pesada funcionen con gas natural u otros combustibles alternativos.

Obama insistió al Congreso en la urgencia de renovar los subsidios a los desempleados de larga duración, que expiraron en diciembre, y propuso extender un beneficio fiscal del que disfrutan las familias de bajos ingresos a las personas que no tienen hijos, una idea bien vista por algunos republicanos y economistas conservadores.

Asimismo, urgió al Congreso a aprobar "este año" la reforma migratoria, una promesa pendiente desde que llegó a la Casa Blanca en 2009.

"Los republicanos y demócratas del Senado han actuado. Sé que los miembros de ambos partidos en la Cámara de Representantes quieren hacer lo mismo. (...) Procedamos a aprobar la reforma este año", apremió el presidente.

Aunque Obama no se refirió a la obtención de la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados en su alocución, la Casa Blanca volvió a expresar, en un comunicado emitido minutos antes, que este punto es imprescindible para "arreglar un sistema de inmigración que está roto".

Los republicanos del Congreso prevén dar a conocer esta semana un documento de principios para sacar adelante una reforma que, para ellos, debe fortalecer la seguridad fronteriza y establecer un camino a la legalización, aunque no a la ciudadanía, para los más de 11 millones de indocumentados que residen en el país.

El presidente enfatizó en su intervención los beneficios económicos de la reforma y destacó que "reducirá" el déficit público en casi 1.000 millones de dólares en las próximas dos décadas.

"Tenemos que seguir fortaleciendo nuestra seguridad fronteriza, así como continuar tomando medidas contra los empleadores que contratan a indocumentados, y proporcionar un camino merecido a la ciudadanía para los inmigrantes que paguen una multa y los impuestos, que aprendan inglés, y que superen una verificación de antecedentes", recordó la Casa Blanca en su nota.

El Partido Republicano, en su respuesta al discurso, pidió que Obama potencie la "igualdad de oportunidades" en el país en lugar de centrarse en la igualdad de ingresos, y abogó por una reforma migratoria que privilegie la protección de la frontera y a los trabajadores cualificados.

El presidente "habla mucho sobre la igualdad de ingresos, pero la verdadera brecha que enfrentamos hoy en día es la desigualdad de oportunidades", declaró la congresista Cathy McMorris Rodgers.

En cuanto a la reforma migratoria, la legisladora republicana anotó que las "soluciones" de su partido se enfocan en la seguridad fronteriza y en que Estados Unidos siga "atrayendo a los mejores, a los más brillantes y a los más trabajadores del mundo".

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios