Entre 7.000 y 8.000 personas, según estimaciones policiales, secundaron la convocatoria para formar una cadena humana a través del centro de Berlín, en solidaridad con los refugiados y en contra de la xenofobia.
Los participantes en la iniciativa portaban velas y mecheros prendidos, de acuerdo a la llamada de sus organizadores, que aspiraban a formar una cadena luminosa que atravesara la capital alemana de extremo a extremo.
No se logró el objetivo de cubrir el tramo previsto de 30 kilómetros, para lo cual se habrían necesitado unos 25.000 participantes, de manera que en algunos puntos del trayecto la cadena presentaba interrupciones.
Sí llegó a formarse la línea luminosa en los puntos más céntricos de la capital, como los alrededores de la emblemática Puerta de Brandeburgo y a lo largo de la Avenida Unter den Linden hasta Alexanderplatz.
La iniciativa había sido impulsada por partidos políticos, sindicatos y organizaciones cívicas con el objetivo de dar una señal de solidaridad con los cientos de miles de refugiados llegados a Alemania en los últimos meses.
La llegada de asilados ha colocado asimismo a la canciller Angela Merkel en el objetivo de las críticas de parte de sus propias filas conservadoras, que apremian a que se contenga el flujo de peticionarios de asilo a Alemania.
La convocatoria para la cadena humana pretendía ser asimismo una respuesta ante los numerosos ataques xenófobos registrados en los últimos meses contra centros de asilados y políticos destacados por su apoyo a los refugiados.
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