Washington, (EFEUSA).- Este retraso en la reducción de tropas no sería el primero anunciado por la Casa Blanca, que a principios de este año aclaró que el nivel actual de casi 10.000 soldados estadounidenses se iba a mantener hasta bien entrado 2016.
Además, significaría que Estados Unidos no abandonaría, como estaba previsto, Afganistán antes del fin del mandato de Obama, después de que el presidente pusiera fin a la guerra en el país centroasiático, la más larga de la historia estadounidense, en diciembre de 2014. La Casa Blanca tenía previsto rebajar la presencia militar en Afganistán a una fuerza residual para seguridad diplomática y asuntos bilaterales.
El nuevo plan citado por el diario fue presentado el pasado agosto por el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto, Martin Dempsey, antes de que el Gobierno de Kabul perdiera el control de la cuidad meridional de Kunduz la semana pasada. La propuesta para alargar la presencia estadounidense en Afganistán se enfoca esencialmente en mantener las capacidades antiterroristas de EEUU en el país, especialmente por la amenaza del Estado Islámico (EI) y Al Qaeda.
Washington mantendría presencia militar en una o dos bases militares, entre ellas en la base aérea Bagram, según los funcionarios estadounidenses consultados por "The Washington Post". Pese a que las fuerzas afganas han conseguido recuperar la mayor parte del territorio perdido, el revés de Kunduz pone en evidencia la falta de capacidad aérea y en inteligencia de las tropas lideradas por Kabul.
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