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Cientos de refugiados dejan los centros de acogida húngaros y marchan hacia Austria

Cientos de refugiados dejan los centros de acogida húngaros y marchan hacia Austria

Por Diario Hispaniola/Agencias
sábado 05 de septiembre de 2015, 23:34h
La compañía ferroviaria húngara MÁV informó de que desde esta mañana se reanudaron las llegadas y partidas de los trenes internacionales en la estación Keleti, que habían sido suspendidas hace dos días.
Cientos de refugiados abandonaron hoy los centros de acogida en Hungría donde estaban recluidos y marchan hacia la frontera occidental, tras enterarse de que Austria y Alemania les permiten desde anoche acceder a sus territorios. Casi 200 refugiados partieron esta mañana del campamento de acogida de Vámosszabadi, a unos 50 kilómetros de la frontera con Austria, informó hoy András Giro-Szász, secretario de Estado de Gobernación.

El campamento de esa localidad es "abierto" y los refugiados pueden circular más libremente que en otros. Otros cientos de refugiados abandonaron también esta mañana el campamento de Debrecen, al este de Hungría, en trenes hacia Budapest para seguir rumbo a Europa Occidental, informó el portal "index". Por el momento no se sabe de cuántas personas se trata, pero según la misma fuente, seguían llegando grupos a la estación de trenes de Debrecen.

Otros 300 refugiados decidieron abandonar el campamento de Bicske, a unos 40 kilómetros de Budapest, desde donde partieron caminando hacia la frontera, informó el portal local "mon". Se trata de los refugiados que pasaron un día en la estación de Bicske, en un tren que había partido anteayer en principio hacia la ciudad de Sopron, en la frontera con Austria, pero que fue parado por la policía con el fin de llevar al campamento a los pasajeros, que se sintieron engañados.

Después de un día de resistencia pasiva, los refugiados fueron finalmente ayer al centro y esta mañana marchaban a pie por la autopista húngara M1 con la esperanza de que también podrán cruzar la frontera hacia Austria.

Todo esto se produce después de que anoche Hungría decidiera ofrecer un centenar de autobuses para trasladar hasta la frontera a los refugiados acampados en la estación de trenes Keleti de Budapest y en sus inmediaciones, así como a los más de un millar que horas antes habían emprendido una marcha a pie por una autopista. En total, unos 4.500 refugiados fueron llevados en 104 autobuses a la frontera con Austria, informó hoy Károly Kontrát, secretario de Estado del Ministerio húngaro de Interior.

En la frontera fueron recibidos por las autoridades de la república alpina y miembros de la Cruz Roja, y enviados luego en trenes y autobuses especiales a Viena y Salzburgo, desde donde la mayoría prosigue viaje a Alemania. El Gobierno húngaro había advertido de que el permiso implícito a abandonar el suelo húngaro hacia el país vecino, así como la oferta del traslado, era una medida excepcional y única, que además solo abarcaba a las personas que estaban en Keleti y en la autopista M1.

No obstante, Giro-Szász declaró ante la prensa esta mañana que "los refugiados en la frontera serán tratados como los que llegaron durante la noche", o sea, que podrán cruzar la frontera hacia Austria, aunque no los van a transportar en autobuses. Por su parte, las autoridades austríacas han dicho que están preparadas para recibir hasta 10.000 personas.

La compañía ferroviaria húngara MÁV informó de que desde esta mañana se reanudaron las llegadas y partidas de los trenes internacionales en la estación Keleti, que habían sido suspendidas hace dos días. Esa estación, escenario de protestas de los refugiados en las últimas semanas, se había vaciado en la madrugada de este sábado, pero luego comenzaron a llegar otros refugiados para ver si pueden llegar a Austria, Alemania y países escandinavos.

Como el Gobierno no los trasladará a la frontera como hizo anoche, cerca de 3000 personas partieron de aquí también, marchando a pie hacia su destino anhelado, mientras que otros suben a todos los trenes que podrían llevarlos al menos hasta las cercanías de Austria. Giro-Szász insistió en que el traslado fue una medida excepcional adoptada por Budapest para normalizar la situación, puesto que los refugiados en marcha y en la estación suponían un riesgo para "la seguridad de tráfico".
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