Por un país con escasa e irrelevante tradición futbolística
se pueden hacer concesiones nunca vistas, como jugar el Mundial en invierno.
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El presidente de la FIFA, Joseph Blatter. |
Blatter confirma que hubo influencias de gobiernos europeos para conceder a Catar el Mundial 2022
Por DiarioHispaniola
miércoles 18 de septiembre de 2013, 14:58h
El
presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, ha admitido que en la concesión
del Mundial de 2022 a Catar hubo influencias políticas de gobiernos europeos
que esperaban ventajas económicas de la decisión.
"Hubo
influencias políticas directas. Hubo jefes de gobierno europeos que le
recomendaron a sus compatriotas que podían votar que votasen por Catar, porque
están ligados a ese país por fuertes intereses económicos", dijo Blatter
en declaraciones que publica el semanario alemán "Die Zeit" esta
semana.
Las declaraciones de Blatter son en parte un dardo contra el presidente
de la UEFA, Michel Platini, que podría ser el rival de Blatter en la lucha por
la presidencia de la FIFA en 2015.
Platini admitió públicamente en su momento
que había votado por Catar y pocos días antes de la decisión había sido
invitado a cenar por el entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy. Entre los
invitados a esa cena también estaba el emir de Catar, el jeque Hamd al Thani.
Un Mundial con mucha polémica
El clima
de Catar en julio supera los 40 grados Celsius, incluso llega a los 50 grados.
Por dicho motivo Blatter ha sugerido la celebración del Mundial de Qatar en
invierno, algo que contradice la tradición del principal evento futbolístico
del mundo.
Además, supondría todo un
rediseño en docenas y docenas de países cuyas ligas finalizan para dichas
fechas o están a mitad de su desarrollo. Un parón liguero para selecciones
tradicionales en los mundiales -como España, Italia, Alemania, Inglaterra y
Argentina, entre otras muchas- trastocaría el desarrollo de dichas ligas y muchas
otras más.
Y todo esto solo sería para
favorecer a Catar y la organización de un Mundial sobre los que había muchas
sospechas de poca pulcritud en su elección, algo que de una u otra manera
afirma Blatter con sus declaraciones. Que
el fútbol es un gran negocio lo saben hasta los más puristas, pero que es
esencialmente un deporte también lo saben hasta los más cínicos.