Voluntarios en Puerto Rico limpian el sargazo de playas para proteger la vida marina y el medioambiente, ante una crisis histórica. La EPA prevé 40 millones de toneladas de estas algas. La situación afecta el turismo y se están implementando medidas gubernamentales para mitigar su impacto.
Puerto Rico.- Un grupo de voluntarios locales y extranjeros limpian el exceso de sargazo en algunas playas de Puerto Rico ante el peligro de que estas algas sigan provocando la muerte de animales marinos y afectando el medioambiente. El sargazo está suponiendo este año una verdadera crisis para la isla.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) proyecta la llegada al Atlántico tropical de unas 40 millones de toneladas métricas de estas algas, la cifra más alta en la historia de la medición del evento, que comenzó en la década de 1970. El argentino Juan Manuel Vérgalo es uno de esos tantos voluntarios que se han dado a la tarea de acudir al área de El Escambrón, en la entrada del Viejo San Juan, a limpiar el sargazo junto a familias, incluyendo niños.
Vérgalo, residente desde hace cinco años en Puerto Rico, donde se ha dedicado al submarinismo y al esnórquel, dijo a EFE que la llegada del sargazo este año "debería ser considerado un desastre natural", como un huracán, sismo o tsunami.
"Una mortandad silenciosa"
Según Vérgalo y su colega dominicano Alexander Ravelo, se ha documentado en video y publicado en las redes de la cuenta Sargazo Madness la muerte de tortugas marinas, pulpos, estrellas de mar, entre otros animales, debido a la acumulación del sargazo. Vérgalo explicó que, cuando el sargazo "se amontona en la costa", empieza un estado de degradación y descomposición, sin fotosíntesis "y todo a su alrededor aniquila la vida marina".
"Se siente el olor por muerte de los animales. Estamos tratando de frenarlo y minimizarlo ahora", enfatizó el argentino, quien aseguró que no descansará hasta que la zona quede totalmente limpia. Por su parte, Ravelo, quien se describe como amante de la naturaleza, se mostró preocupado por cómo dicha situación afecta al turismo, pues los visitantes no pueden disfrutar de las playas y el mar como hacen de costumbre.
Además de San Juan, se han experimentado este año eventos significativos de sargazo en los municipios de Luquillo, Fajardo, Ceiba, Culebra y Humacao, áreas del este de la isla que son muy turísticas.
Un proceso de limpieza complejo
Para limpiar El Escambrón, los voluntarios cepillan con rastrillos las algas y las acumulan en unas cajas negras de plástico, para que después las recoja un tractor y las deposite en un camión de escombros. El Gobierno también busca alternativas. El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales adquirió un dron especializado con el objetivo de tener certeza de las dimensiones de cada mancha de sargazo referida, así como estudiar los métodos de mitigación.
Además, compró dos nuevas embarcaciones, con una inversión de 750,000 dólares, que cuentan con varios sistemas de cadena que recogen el sargazo y lo depositan en un contenedor provisional. El sargazo se encuentra definido como unas algas marrones pertenecientes al género Sargassum que, de acuerdo con la EPA, se distribuyen extensamente por océanos tropicales y templados, en aguas poco profundas y arrecifes de coral, así como en el mar abierto.
Ante la crisis, el pasado 1 de julio, la gobernadora, Jenniffer González, firmó una orden ejecutiva para agilizar los procesos y que las agencias gubernamentales puedan tomar medidas rápidas con el fin de contener la proliferación de esta alga y mitigar sus impactos. Al margen de banderas políticas, Vérgalo subrayó que el grupo de voluntarios es uno de "amantes del océano" que ayuda "a pulmón y corazón" la naturaleza para minimizar la mortandad de la vida marina.
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