www.diariohispaniola.com
Papa Francisco
Ampliar
Papa Francisco (Foto: Fuente externa)

El legado del Papa Francisco: Un hombre sencillo y amable que dejó huella en todos

lunes 05 de mayo de 2025, 04:36h
Jorge Mario Bergoglio, conocido como el Papa Francisco, dejó una huella profunda en Buenos Aires y Roma. Vecinos y comerciantes recuerdan su cercanía, humor y sencillez. Desde su infancia en Flores hasta sus interacciones en Roma, su legado de humanidad perdura tras su fallecimiento el 21 de abril de 2025.

En Buenos Aires y Roma, historias compartidas por vecinos, comerciantes y antiguos amigos revelan la humanidad y cercanía de Jorge Mario Bergoglio, quien era conocido como “el padre Jorge” antes de asumir el papado como Francisco.

En el barrio de Flores, donde nació y pasó gran parte de su vida, aún se recuerda su tiempo como sacerdote en la Basílica de San José. A solo dos cuadras de allí, en la tienda familiar Muglia Shoes, rememoran el momento en que compró unos mocasines recién ordenado.

Juan José Muglia, actual propietario de la zapatería, relató a EWTN Noticias: “Sé que el padre venía acá porque mi papá me ha hablado, me ha dicho: ‘El padre de la iglesia San José viene a comprarnos’. Pero yo era muy chiquito. Son recuerdos que me van quedando… y lo que me cuentan los vecinos”.

En la esquina, el kiosco de diarios de Antonio Plastina fue durante años un lugar de encuentro dominical con el entonces Cardenal Bergoglio: “Hablábamos como hablamos los argentinos: de política, de fútbol… mezclábamos todo. Pero más de fútbol, porque era muy futbolero. Le encantaba”.

Unas cuadras más adelante, los vecinos colocaron flores en la casa donde creció tras su fallecimiento el 21 de abril de 2025, Lunes de Pascua. Alicia Gigante, con 90 años, recordó uno de sus últimos encuentros con Francisco y destacó su famoso sentido del humor:

“Siempre me bendecía. Le decía: ‘Mon, mis ojos, casi no veo’. Y él se acercaba, me hablaba bajito al oído y me decía: ‘Para lo que hay que ver’”. A través del océano en Roma también perduran las memorias del estilo cercano y afable del fallecido Santo Padre.

Ranieri Mancinelli, un sastre especializado en vestimentas religiosas, evoca con claridad su primer encuentro: “Lo conocí más de una vez. Lo que me marcó fue su sonrisa. No me impresionó por ser el Papa, sino porque era un hombre muy amable, muy sencillo. Me pedía cosas prácticas, que no fueran caras”, narró.

Su afición por los helados lo llevaba frecuentemente a la heladería del argentino Sebastián Padrón, ubicada a pocos metros de la Casa Santa Marta: “Fueun cliente habitual. Siempre pedía helado de dulce de leche, y cada vez que venía, se detenía a charlar un rato. Tenía una forma especial de conectar con la gente, hacía sentir a todos importantes”, recuerda Padrón con una sonrisa nostálgica.

La calidez de Francisco también se reflejaba en su forma de liderar la Iglesia. Su cercanía con las personas, sin importar su condición social o cultural, dejó una huella profunda en quienes lo conocieron.

En el Vaticano, muchos empleados y colaboradores destacan su estilo accesible y su disposición para escuchar. “Nunca se sentía como si estuviera por encima de nosotros. Era uno más, siempre dispuesto a ayudar y a compartir”, comenta un antiguo asistente.

Las historias sobre Francisco no solo provienen de sus años como Papa, sino que también están profundamente arraigadas en su vida anterior como arzobispo de Buenos Aires. Sus visitas a hospitales y hogares de ancianos son recordadas con cariño por aquellos que tuvieron la suerte de cruzarse en su camino. “Era común verlo en el hospital visitando a los enfermos. No necesitaba anunciarse; simplemente llegaba y se sentaba junto a ellos”, dice una enfermera que trabajó en el Hospital Italiano.

El legado del Papa Francisco va más allá de sus enseñanzas religiosas; es un testimonio de humanidad y humildad que resuena tanto en Buenos Aires como en Roma. Las anécdotas compartidas por amigos, vecinos y conocidos pintan un retrato vívido de un hombre que nunca perdió su conexión con las raíces, incluso cuando alcanzó las alturas del liderazgo mundial.

A medida que el mundo recuerda su vida y obra tras su fallecimiento, estas historias continúan inspirando a muchos a seguir su ejemplo de compasión y servicio hacia los demás. La figura del "padre Jorge" perdura en los corazones de quienes lo conocieron, recordando siempre la importancia de la cercanía humana en un mundo muchas veces distante.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios