Jugar con un perro, acariciarlo, darle de comer o abrazarlo puede aumentar las ondas cerebrales asociadas con el alivio del estrés y la concentración, según un estudio que publica hoy PLOS One.
Las pruebas permitieron descubrir que el punto en que un pez responde a un predador que se le viene encima ocurre casi simultáneamente con el instante en el que la ballena abre su boca.