Muchos de ustedes se preguntarán con qué me inspiré para escribir este artículo. Hace un par de meses que estuve dando seguimiento a una persona que estuvo ligada a mi sentimentalmente. Nos vimos pocas veces en los últimos 4 años, pero había una amiga común que informaba del estado de ambos. Lo que sí era sagrado era la fecha natalicia. Siempre nos felicitábamos.
Resulta que esa persona venía con situaciones adversas de salud que se agigantaron en la pandemia, pues estaba pensionado, no salía de su casa, no socializaba, no se ejercitaba... En pocas palabras, no tenía motivaciones existenciales.
Eso nos ocurre cuando somos muertos en vida. De ahí que siempre concluyo mis escritos con un "vive vivir." Mi amigo querido no tenía hijos, no tenía pareja y su mundo se limitaba a las 4 paredes de su habitación. Saben qué pasó? que hasta olvidó caminar y se desgastó.
Te identificas con ese personaje? Estás sumido(a) en una soledad que no te permite ver la magnitud de lo que te rodea? Perdiste el lado sensible de apreciar la naturaleza? De unirte a grupos de amigos? De conversar de vez en cuando con tus familiares cercanos? De interesarte por los eventos que acontecen día a día?
Vuelvo y repito: ¿eres un muerto en vida?
Para no hacerles más larga la historia, mi amigo terminó sus días en un asilo, rodeado de personas que estaban peor que él. Una habitación hostil, en la que no había un televisor, ni se escuchaba música. Con visitas limitadas de parientes y amigos cercanos. Eso lo hizo una presa fácil para dejarnos.
Este relato es, sobre todo, para adultos mayores, que se sienten frustrados y amargados. Que siempre están visitando los consultorios médicos para ver qué enfermedad le encuentran. Que hablan de enfermos, de accidentes, de las guerras y de que este país está imposible con los asaltos.
Dile NO a esto! Enfócate en tener propósitos de vida. En ser útil a los demás. En dar lo mejor de ti para que seas siempre valorado. Para que tus familiares cercanos te amen y te necesiten a su lado.
La naturaleza humana es pro vida. Nos aterra ver a otros desgastarse y es peor cuando son "non gratos" a los demás. Cuando se aislan y provocan que se olviden de su existencia. Creo que en el país se pueden hacer más actividades para mejorar la calidad de vida de los envejecientes.
Creo que los asilos no deben ser lugares para esperar la muerte sino para motivar a vivir. Creo que las empresas deben incluir dentro de sus planes de responsabilidad social a los envejecientes.
Creo que debieran existir programas en youtube para mejorar la calidad de vida del adulto mayor en los que se les den prácticas de gimnasia para edades de 60 y más, conferencias sobre nutrición y salud, clases de baile, programas que despierten el interés por su contenido y entretenimiento, en fin, pensar en ellos.
Y por último...
Creo que los descendientes (hijos, nietos..) deben tratar a sus viejos con la paciencia que tuvieron con ellos cuando niños. Recuerden que el envejeciente vuelve a ser niño. Paciencia con ellos.
Hoy me siento triste, sobre todo porque viví la soledad en la que se sumiؚó este querido amigo, que dicho sea de paso, se volvió anciano muy pronto, porque hace poco cumplió los 74 años. No es lo que sucede. Es cómo sucede.
Seamos más nobles de corazón. Propongámonos hacer grupos de apoyo a ancianos en asilos y, por supuesto, seamos más nobles con nuestros envejecientes cercanos. Ese es el mensaje que quiero dejar.
Si (
No(
