Washington.- La Casa Blanca anunció este martes que Biden estará en Bruselas el jueves 24 de marzo, cuando participará en una cumbre extraordinaria recién convocada por la OTAN y también en otra reunión de líderes de la Unión Europea (UE) que ya estaba prevista.
POSIBILIDAD DE OTRAS PARADAS
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, no descartó que el mandatario pueda visitar además otros países europeos, al subrayar que todavía se están concretando los detalles del que será el tercer viaje a Europa de Biden desde que llegó al poder, y el primero desde la invasión rusa de Ucrania.
Aunque Psaki no confirmó los rumores de que Biden podría visitar Polonia, dejó claro que el presidente está interesado en "el aspecto de la crisis de refugiados" que se está produciendo en el este de Europa como consecuencia de la guerra en Ucrania.
Durante su participación en la cumbre extraordinaria de la OTAN en Bruselas, Biden "reafirmará el férreo compromiso" de EE.UU. con sus aliados de la organización, explicó la portavoz durante su rueda de prensa diaria. Lo hará en un momento en el que la OTAN evalúa un "aumento sustancial" de sus fuerzas y equipos preposicionados en el flanco este de la Alianza, un tema que esperan acordar este miércoles los ministros de Defensa de la organización.
En su visita a Bruselas, Biden también abordará "los esfuerzos de disuasión y defensa para responder" a la invasión rusa y el "apoyo humanitario a los afectados por la violencia", agregó la portavoz.
MÁS AYUDA A UCRANIA
Biden ensalzó precisamente este martes la ayuda humanitaria que su Gobierno ha proporcionado a Ucrania, al firmar una nueva ley presupuestaria que incluye 13.600 millones de dólares en asistencia militar y económica para ese país y para el este de Europa.
"Vamos a poder intensificar rápidamente nuestra respuesta y ayudar a aliviar el sufrimiento que la guerra de (el presidente ruso, Vladímir) Putin está provocando en el pueblo ucraniano y en la región", prometió Biden durante un acto en la Casa Blanca.
El presidente, que no se refirió a su plan de viajar a Europa, reconoció que es "sumamente difícil hacer llegar los suministros a Ucrania mientras continúan los ataques rusos", pero dijo que se está "consiguiendo" cada vez más.
Añadió que mañana, miércoles, dará más detalles sobre cómo está funcionando la ayuda estadounidense a Ucrania y el este de Europa, algo que planea hacer después de que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, hable virtualmente ante las dos cámaras del Congreso de EE.UU.
Psaki reconoció que es probable que Zelenski "pida más dinero" para hacer frente a la invasión rusa, que ya dura casi tres semanas y ha provocado la huida de Ucrania de al menos tres millones de personas, por lo que -según Unicef- cada segundo un niño ucraniano se convierte en refugiado.
DIFERENCIAS SOBRE LA AYUDA MILITAR
Además de los fondos, Zelenski ha insistido en varias peticiones de ayuda militar, que Biden se resiste a autorizar, entre las que destaca la imposición de una zona de exclusión aérea que detenga los bombardeos rusos de las ciudades.
El presidente ucraniano volvió a hacer este martes esa solicitud durante un discurso pronunciado virtualmente ante el Parlamento canadiense, y la portavoz de Biden volvió a dejar claro que esa opción no está sobre la mesa, debido al alto riesgo de escalada militar que conllevaría.
"(Biden) sigue creyendo que una zona de exclusión aérea podría llevarnos a una guerra con Rusia. No creo que haya mucho apoyo a esa idea ahora mismo (en el Congreso)", recalcó Psaki este martes. Estados Unidos también canceló la semana pasada un plan para que Polonia traspasara a Ucrania sus aviones de fabricación soviética, al considerar que podría provocar una reacción de Rusia que llevaría a una escalada militar con la OTAN.
La Casa Blanca ha defendido, no obstante, la envergadura de su ayuda militar a Ucrania, que asciende en lo que va de año a 1.200 millones de dólares e incluye el envío de misiles antitanques Javelin y misiles antiaéreos Stinger desde Polonia y Rumanía.
Por otra parte, Estados Unidos anunció este martes sanciones contra once altos responsables de Defensa del Gobierno y el Ejército rusos, y minimizó el hecho de que Moscú impusiera restricciones de viaje al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otros altos cargos estadounidenses.
"No le sorprenderá a nadie saber que ninguno de nosotros estamos planeando viajes turísticos a Rusia y ninguno de nosotros tiene cuentas bancarias a las que no vayamos a poder acceder", aseguró Psaki, que está entre los sancionados.
Bromeó, además, con que Rusia pareció equivocarse al escribir el nombre de Biden en su lista de sanciones, porque no incluyó el apelativo "Junior" que le distingue de su fallecido progenitor: "Puede que hayan sancionado a su padre", señaló.