www.diariohispaniola.com
Surrealismo.
Ampliar
Surrealismo. (Foto: Alfonso M. Becker)

Surrealismo político

Por Alfonso M. Becker
jueves 16 de diciembre de 2021, 22:21h
Toda la alquimia del verbo se reduce a falsas esperanzas y sueños rotos...
Desde el colapso del mundo micénico, el mafioso imperio de la mentira se instalado en los gobiernos del llamado Occidente pasando y dejando atrás, el periodo decadente de los griegos, en la Edad Oscura…

Viendo lo que está pasando ante nuestros ojos, es todo un consuelo la lectura de los filósofos franceses de la Ilustración; más que nada porque eran de una educación exquisita y contemplaban sus deberes morales de la vida pública de forma tan rigurosa que, cuanto más alta era la responsabilidad del político, más se esforzaba en hacer saber al pueblo que todo su extenuante trabajo no tenía otro objeto que el bienestar de los ciudadanos comunes y el trato justo hacia ellos.

Para esos brillantes pensadores, todo lo que estamos contemplando hoy en el campo de lo político, no es otra cosa que la antesala de la revuelta, de la violencia, del crimen y de la locura social; de los asesinatos masivos, de los ajustes de cuentas, y de los ajusticiados, por ley, en el patíbulo.

Estos estos intelectuales de distinguida prosapia y maravillosos pensadores “ilustrados” concluyeron, en un tiempo razonable, que la única salida para la metamorfosis del hombre político en su busca perseverante del azar objetivo, no es otra cosa que el auténtico sueño de los alquimistas de la gobernanza.

No es bueno para la llamada (por ellos mismos) «casta política», el frivolizar tanto con la miseria y el sufrimiento de los ciudadanos; a las tortillas se les suele dar la vuelta, precisamente, para que no se quemen…

Y de esa manera, lo que se suele conocer por democracia, es y será la representación más llevadera de la lucha de clases; pues el valor poético de la filosofía política contempla la alternancia de poder como una forma muy elegante de vivir, sin tener que matar al vecino...

Porque si quieres espectáculo -decía Montesquieu- los ciudadanos oprimidos y esclavizados te pueden ofrecer una respuesta cuando menos te los esperas; el asalto a los palacios y la toma de las instituciones; la tortura en los sitios más siniestros; cientos de miles de asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, fosas comunes, y otros divertimentos revolucionarios…

No debería olvidarse que la sangrienta revolución francesa que aterrorizó a Europa, fue anunciada por este movimiento intelectual decenas de años antes… El clima político que estamos padeciendo, es una maldición que se repite. No le quepa duda.

Sapere aude, quam primum incipere...

Todos los demás climas “cambiantes” son una ridícula milonga de placas solares tóxicas y molinos de viento que matan a las aves; cosa que el propio Don Quijote de la Mancha señaló como gigantes malditos que asesinan a las cigüeñas y atacan a los caballeros andantes.

Pero bromas, aparte, el «atrévete a saber, comienza cuanto antes» es una locución latina; pero utilizada desde hace tres mil años por los griegos primitivos, que te invita a estudiar para saber y comprender que los políticos te están engañando continuamente, porque te consideran parte de un rebaño de borregos a los que hay que conducir al matadero.

También suele interpretarse como la filosofía alemana lo hizo: «ten el valor de usar tu propia razón, sé valiente». Piensa y no te dejes engañar, pedazo de idiota ignorante, «no lo dejes para mañana, adquiere sabiduría», porque te manipulan y te engañarán, todos los días de tu vida.

Es el mecanismo inesperado de lo fantástico para manipular a los necios; una entelequia apocalíptica para la gobernanza por el miedo; el engañabobos climático para plebe que utiliza la corrupta clase dominante para erigirse en salvadores de la humanidad; el chotacabras enmascarado que amenaza, en las sombras de la noche, a los idiotas irrecupelables.

Los filósofos del «Siglo de las luces» abanderaban la hermosa idea de la libertad del individuo y despreciaban los “estados policiales”, y te lo advertían los más brillantes pensadores del siglo XVIII…

Sobre todo eran extremadamente observadores y críticos del discurso ajeno, pues desde la Grecia Antigua, la sabiduría en el tratamiento de la gente común en la polis era contemplada como el verdadero arte de gobernar.

Son los “singulares ingredientes” aristotélicos de los grandes personajes de la política que -por lo visto- nadie conoce en la socialdemocracia de hoy día; ni siquiera en su flanco izquierdo cuando se alía con la chusma criminal de la extremistas del comunismo; ojo avizor… que la historia repite la foto de una socialdemocracia dando paso y cancha al nacional-socialismo.

Parece que la chusma política no aprende ni de la historia reciente. Eso da una idea general de las titulaciones “rimbombantes”, cuando no falsas, periféricas, plagiadas, o compradas de universidades públicas para la chusma que están bajo el control ideológico de personajillos que son odiadores políticos de dudosas calidades intelectuales; que van de revolucionarios de salón por la vida.

Así, cuando se creen preparados para un asalto al gobierno, llega la desgracia, penetra en las instituciones la peor ralea humana de izquierdistas degenerados con afán de poder y de fortuna. Roban todo el Tesoro público, y luego desaparecen. Todo lo demás, les importa un bledo.

Pero masacrar con impuestos a las clases medias, a las que previamente han esquilmado, despojándolas de privilegios jurídicos y económicos, es un grave error que se suele pagar con la revuelta permanente, que siempre acaba en golpe de Estado militar; y ejecuciones masivas de los “nuevos nazis del socialismo”…

Cortitos de entendimiento, no comprenden el verdadero significado del bipartidismo que coloca en la modernidad a la envejecida república griega. Ni siquiera el sentido común les susurra al oído que la filosofía política culmina su pedagogía dejando claro que la política no es, en modo alguno, el arte de hacer felices a los pueblos, sino de hacer, todo lo que pueda, asistiendo a sus necesidades.

La prueba definitiva de la incultura política de esta gentuza izquierdista es que llaman “fascistas” a todos sus críticos, a cualquier opositor democrático, a los militares, y a los cuerpos de seguridad y de orden público que intervienen, simplemente, para poner fin a la barbarie… Y lo hacen gritando con los ojos desencajados...

Un golpe de Estado… sí, es cierto, un golpe de Estado que por definición; de ayer, de hoy y de mañana, es exclusivamente bonapartista. Nada de fascismo, idiota…

Un ejemplo de libro es la “bonapartista” España del año 1939; o la Italia del “Risorgimento”, pues en el contesto cultural del Romanticismo; la verdadera carta nacionalista de Italia, o luego de España, fue para evitar que las mafias de los separatistas, en compañía de anarquistas, desintegren y destruyan la patria histórica.

Une saison en enfer...

Cuando los advenedizos “socializantes” del Democratic Party en los Estados Unidos asaltan el poder para borrar a Donald Trump de las páginas de la historia, no se debe perder de vista nunca el proceso psíquico-teatral que desplegaron los imperios mediáticos estadounidenses y las llamadas redes sociales, pues ello condiciona la puesta en escena de la llamada «Société du spectacle» descrita a la perfección por el inolvidable teórico francés, Ernest Guy Debord.

Tampoco olvide que todas las naciones europeas utilizaron las mismas antorchas del periodismo periférico, bien remunerado y sus secuaces bien pagados; todo financiado por la mafia americana, para llevar a la hoguera a un presidente elegido por el pueblo estadounidense. Hacer leña del árbol caído, no solo es propio de malvados y de cobardes; sino de asesinos agentes propagandísticos del nazismo.

Para eso, los franceses tienen un olfato de lobo, como Guy Debord, que desde el Mayo del 68 decía que: «los periodistas y el periodismo son dos productos del surrealismo nazi aplicados a los aparatos de propaganda».

Nada de toda esa basura en la que degeneró el llamado Cuarto Poder del legendario conservador, Edmund Burke, uno de los «old whigs» el único británico que señaló a la Revolución Francesa como el producto final de la corrupción desenfrenada de los políticos.

Si un paseo por el infierno es la nueva forma de gobernanza que justifica las ambiciones de una banda criminal de izquierdistas incendiarios que toma el control de todas las instituciones, no es menos verdad que los llamados «no privilegiados» justifiquen una resistencia implacable y una negación absoluta a ser sometidos a la esclavitud.

La epistemología de la política exige, como mínimo, educación donde no la hay… La basura izquierdista que se instala en los parlamentos, lo hace para robar; y al calor del dinero los líderes sindicales se convierten en perros guardianes para amansar a las fieras del proletariado.

Así habló un jovenzuelo poeta, Jean Nicolas Arthur Rimbaud, 20 años de edad, cuando se dirigía, simbolicamente, o directamente por escrito a la Generación Beat estadounidense, sin conocer América y sin saber que los consagrados y millonarios escritores alemanes del Tercer Reich, asilados en U.S.A., todos socialdemócratas de d'Allemagne, existían… pues era una carta dirigida a su amigo, Paul Verlaine:

«No entiendo los delirios de la condesa, dice que quiere tomar la Bastilla para su revolución sexual, no deja de repetir feminismo con su boquita de madame, un viejo jardinerio del Elíseo me ha regalado la palabra ecologismo, sin embargo la homosexualidad se conoce en todos los salones de la diversidad sexual parisina… Todos son inmensamente ricos… No me ha sentado nada bien la pipa de hachís entre tanto político embustero; cette femme est folle».

«Y estos hijos de perra se llaman así mismo progresistas»...

La escavitud no tiene otro nombre, oiga, tampoco puede maquillarse… Pero lo cierto es que en esta segunda década del siglo XXI, nos han dividido, de nuevo, en patricios y plebeyos; o lo que es lo mismo, en una minoría de multimillonarios que han sometido a la esclavitud al resto de la humanidad; una incómoda masa humana en la más absoluta pobreza.

Aunque la poesía es aroma y emanación de la misma sustancia de la Patria, ¡Ay de un país como Estados Unidos! que se ha dejado robar la poesía de los padres fundadores de la república estadounidense; esos dos grupos de valientes: los que firmaron la Declaración de Independencia, y los autores de la Constitución.

El país que se deja robar su Constitución, dadlo por muerto, porque está llamado a desaparecer de la historia; porque nunca más poseerá esa seductora y poderosa arma que es el valor mágico de la poesía; porque ha dejado que destruyan todos sus monumentos y ha permitido que reescriban la nueva narrativa surrealista para degenerados que sustituye a su su historia sagrada.

Que tiemblen todos los europeos porque Barack Hussein Obama ha exportado su narrativa de odio a la Unión Europea, su racista tesis contra los blancos anglosajones, culpabilizados y excluidos; y ha regalado a Bruselas su ridícula doctrina climática y su libro sagrado de aberraciones sexuales.

La élite de Bruselas sigue, estrictamente, el guión de un mafioso de la clase dominante de Washington, para proceder al hundimiento de las naciones europeas…

Toda la alquimia del verbo se reduce a falsas esperanzas y sueños rotos. Pero el valor mágico de la gobernanza admite otros valores indiscutibles, que son completamente desconocidos por la casta política más despreciable de los últimos tiempos.

Tres mil quinientos años después de las sangrientas revueltas civiles contra la aristocracia griega, Estados Unidos, la más grande república de la historia humana, el más grande territorio de hombres y mujeres cristianos y libres de este mundo, ha caído en manos de una aristocracia globalista que practica el salvaje Capitalismo de partes interesadas.

Alfonso M. Becker © copyright (Todos los derechos reservados)
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios