A propósito del Día Mundial del emprendimiento

¿Qué es emprender? Es innovar para crecer... Es tener visión... Tener propósitos de vida... Disfrutar lo que haces y saber que sí puedes... Saber caerte y levantarte... Entender que somos hacedores de nuestras vidas y logros.

Dirás: "Y para qué todo esto?" Lo que ocurre que el camino del emprendimiento muchas veces en angosto y difícil. La buena suerte no existe. Existen propósitos firmes de lograr nuestras metas y trabajar para su feliz consecución.

Siempre he admirado a los emprendedores. Me tocó, en su momento, ser una de ellos. Comencé en un espacio compartido con otro amigo en el que disponía de 2 cubículos y éramos 4 empleados: mi socio, el Creativo de la Agencia, la secretaria y yo. Fueron inicios muy difíciles, pero poco a poco fuimos captando una cartera que nos permitió diversificarnos con servicios adicionales en función de las necesidades de nuestros clientes.

Así se emprende... Innovando.

Así como la mía hay muchas historias que contar. Muchos héroes anónimos que no están en primera plana de los periódicos y revistas y que gracias a su persistencia de propósitos y a su fé en si mismos, son hoy ciudadanos exitosos y muy respetados.

Hay un factor que incide en lo que llamamos SUERTE de los triunfadores: ver todas las opciones para crecer y ponerlas en marcha, partiendo de premisas. Las fortalezas y debilidades deben conocerse y trabajar para reforzarlas. También motivar al personal humano que te apoya, pues es el más importante patrimonio de la empresa. Sin ellos y su buena disposición, no hay crecimiento. ¡Y cómo olvidarnos del mercado! Hace unos años creábamos productos y/o servicios para buscar un mercado. Ahora sabemos lo que quiere el mercado y creamos dichos productos y/o servicios. Sigo insistiendo. Eso es innovar!

¿Y quién es el principal accionista de la empresa? el CLIENTE. Sin ellos no hay razón para existir ni subsistir. Sin la fidelidad y seguimiento de nuestros clientes, la empresa sucumbe. Desaparece.

Chequeen el comportamiento de algunas empresas familiares nuestras: fueron creadas por hombres con iniciativa y dedicación, pero los descendientes no se identificaron con la mística de ellas y terminaron vendiéndolas o quebrando. Eso es porque el éxito no es ETERNO, necesita de esfuerzo constante y actualizaciones acordes a lo que quiere el mercado. Como expresa el escritor y conferencista J.R. Román: "O te mueves... O te mueres."
No todo es negativo. Hay otros grupos empresariales que se han desarrollado y tienen muy buena imagen en el mercado. Es un tema de INNOVAR y crear fidelidad con su labor de responsabilidad social.

Tengo 20 años ligada a temas de emprendimiento porque he sido parte de la Asociación Dominicana de Mujeres Empresarias -ADME-. He visto el esfuerzo de muchas mujeres que han sido el sustento de sus hogares gracias a sus emprendimientos. Lo que sí he observado y eso no nos ayuda a crecer, es que muchas veces nos minimizamos frente a los hombres y no hacemos valer nuestro trabajo. El 67% de las mujeres que se inician sus estudios en las universidades concluyen sus estudios. No ocurre lo mismo con los hombres. Solamente el 51%. También nos catalogan de ser más responsables y honestas. ¡Valorémonos!
Escuché en una ocasión a un líder gremial expresar que el emprendimiento no es más que "un desempleo disfrazado". Los jóvenes salen de las universidades y al no localizar empleo, deciden iniciar un negocio. De ahí que antes de los 5 años muchas mipymes desaparecen. Emprender es una misión. Es un millaje extra que tenemos que dar en nuestras vidas. Cuando somos empleados cerramos nuestros escritorios y dejamos atrás el trabajo. No pasa igual en nuestro rol de emprendedores: siempre estamos en alerta y visualizando mejoras y cambios.

La clave está en responder a las demandas del mercado...
"Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mimo."
Albert Einsten