¡Celebremos el verdadero significado de la Navidad!

>La Navidad nos acerca al final del ciclo vivido durante un año. Pero, también nos remonta a Belén, cuando José y María pedían posada para recibir al hijo de Dios. Es en esta historia donde yace la esencia de este tiempo que los cristianos conmemoran desde hace 2020 años.

Estudiar este acontecimiento, es más fácil cuando lo hacemos a la luz de la palabra. “Celebramos el nacimiento del Hijo de Dios, el Creador, nuestro Mesías. Nos regocija que el Rey de Reyes viniera a la tierra, naciera en un pesebre y viviera una vida perfecta. Cuando Jesús nació, el gozo en los cielos fue tan grande que no se pudo contener”, dice Lucas 2:8–14.

En Gálatas 4:4-5, también se anuncia esta buena nueva cuando dice “pero, cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos”.

Otro pasaje de la Biblia que narra este hecho es Mateo 1:21 “Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.

Mateo 1:22-23, sigue relatando “todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa ‘Dios con nosotros’”.

En la antigüedad no se le daba importancia a celebrar el nacimiento de la gente. Por ejemplo, la iglesia primitiva hablaba sobre los milagros de Jesús, su vida, su muerte y resurrección, pero no hablaban de su nacimiento porque culturalmente no era relevante. En ese tiempo ni siquiera había que registrar a los niños cuando nacían.

Génesis de esta celebración…
Ni siempre se celebró el nacimiento de Jesús. De hecho, en la antigüedad no se le daba importancia a un nacimiento, ni se registraba a los recién nacidos.

Datos históricos revelan que la primera referencia del 25 de diciembre como día de su Jesús nació se hizo próximo al año 336 d.C. El emperador Constantino declaró esa fecha como oficial para celebrar el nacimiento de Jesús. Puede que la escogiera para que coincidiera con una de las fiestas más populares del Imperio Romano, la fiesta del Sol Invencible.

Sin embargo, no se sabe si lo hizo como un compromiso de mezclar el cristianismo con el paganismo, o si lo hizo para aprovechar la fiesta y darle un toque cristiano. Desde entonces, el 25 de diciembre se conmemora el día que Jesús nació.

Influencia de Jesús en nuestras vidas
También, es importante meditar su influencia en nuestras vidas porque nos permite renovar la fe; de dar gracias, pedir perdón y perdonarnos; y de comprometernos a vivir de acuerdo con la palabra de Dios, obedeciendo sus mandamientos.

En el plano más terrenal, la Navidad es el arbo¬lito, las guirnaldas, las velas, el angelito, la cena, los postres; es escuchar los cánticos y villancicos que han llegado hasta nuestros días.

Es la épo¬ca idónea para compartir y reforzar el vínculo de amor que nos une a la familia y los amigos. Es la esperanza puesta en que el Salvador nacerá en nuestros corazones para redimirnos.

Darnos tiene más sentido cada fin de año. Por eso, vemos tantas acciones solidarias como compartir un jugue¬te, regalar un plato de comida, hacer una visita a un enfermo para aliviar su dolor y soledad. En esa misión, se recomienda que los padres involucren a sus hijos para crezcan con ese valor que debe ser parte intrínseca de todo ser humano.

Aún más, es la temporada ideal para demostrar nuestra solidaridad, afecto y comprensión con alguien que necesita de nosotros.

En esta lista navideña no puede faltar el agradecimiento que fluye de nuestro interior, y que podemos demostrar con un regalo o una lla¬mada a alguien muy especial en nuestras vidas.

Las festividades navideñas deben reflejar nuestro gozo y agradecimiento por las bendiciones que hemos recibido a través de Jesús. Con amor, fe, agradecimiento y optimismo celebremos que por su nacimiento y sacrificio hemos sido adoptados como hijos de Dios.

Esta es una fecha de reencuentro familiar. Esa es la esencia histórica que la sagrada familia integrada por María, José y Jesús nos legó en la Navidad.
¡Felicidades!